Cómo mejorar la señal WiFi en casa con un simple truco y sin gastar dinero
Un ajuste en la configuración del módem puede resolver los problemas de señal débil, mejorando la velocidad y el alcance del WiFi. Este truco te permite optimizar la conexión sin necesidad de comprar repetidores o equipos nuevos.

Una conexión a internet inestable o lenta es una de las frustraciones más comunes en la vida moderna. Muchas veces, la culpa no es del proveedor del servicio, sino de un detalle técnico en la configuración del módem que afecta la calidad de la señal en toda la casa. A pesar de que la tecnología inalámbrica ha evolucionado, la mayoría de los routers todavía mantienen activos protocolos de conexión antiguos que reducen la velocidad y el alcance de la red.
Afortunadamente, existe un truco sencillo y desconocido para mejorar la señal de WiFi sin necesidad de invertir en repetidores o cambiar el equipo. Se trata de desactivar estos viejos protocolos, lo que puede significar un aumento notable en la velocidad y la cobertura de tu red inalámbrica, permitiendo una navegación más fluida y sin interrupciones.
El problema de los protocolos antiguos
El principal problema reside en los protocolos obsoletos como el 802.11b y el 802.11g. Aunque estos estándares fueron pioneros en su momento, hoy en día están desactualizados y su compatibilidad con dispositivos antiguos tiene un costo: la velocidad general de la red se ve comprometida.
La razón es simple: el router se adapta al dispositivo más lento que está conectado, bajando su rendimiento para mantener la compatibilidad. Esto significa que si tienes un aparato muy viejo que usa esos protocolos, toda tu red, incluyendo los dispositivos más modernos, operará a una velocidad menor de la que podría. El resultado es una conexión lenta, con páginas que tardan en cargar y videos que se pausan, incluso si estás cerca del módem.
Desactiva los protocolos antiguos en tres pasos
Eliminar estos cuellos de botella es más fácil de lo que parece y está al alcance de cualquier usuario con un navegador web y acceso a su router.
- Accede al panel de configuración: En la barra de direcciones de tu navegador, escribe la dirección IP de tu router. Esta suele ser 192.168.1.1 o 192.168.0.1, y si no, puedes encontrarla en una etiqueta adherida al equipo, junto con el nombre de usuario y la contraseña.
- Modifica la configuración inalámbrica: Una vez dentro del panel, busca la sección de configuración inalámbrica, que puede aparecer como «WiFi», «Wireless» o «Red inalámbrica». Dentro de esta sección, busca la configuración de la banda de 2.4 GHz.
- Desactiva los protocolos obsoletos: En la lista de modos de red, desmarca las opciones 802.11b y 802.11g, dejando únicamente los estándares más actuales como el 802.11n, 802.11ac o 802.11ax. Guarda los cambios y, si el sistema lo pide, reinicia el módem.
Con este simple ajuste, tu red WiFi se optimizará, permitiendo que los dispositivos más modernos aprovechen al máximo la velocidad y el alcance que tu proveedor de internet ofrece, logrando una conexión más estable y rápida en toda la casa.