Crisis en el Garrahan: Más de 220 renuncias y protestas ante el vaciamiento del hospital

El Hospital Garrahan, referente en pediatría a nivel nacional e internacional, enfrenta una profunda crisis. Más de 220 profesionales han renunciado en lo que va del año, una cifra alarmante que la Asociación Civil y Gremial de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) atribuye al "vaciamiento" de la institución.

En respuesta, los trabajadores han intensificado sus medidas de fuerza, exigiendo un salario mínimo de $1.800.000 y condiciones laborales dignas, frente a la precarización que denuncian. La situación pone en jaque la calidad de atención y el futuro de uno de los pilares de la salud pública argentina.

Salarios insuficientes y el éxodo de profesionales

La ola de renuncias en el Garrahan es el reflejo más palpable de la grave situación que atraviesa el hospital. Aunque las cifras oficiales de junio reportan 114 bajas, los trabajadores aseguran que el número supera las 220, con un «aceleramiento» en la salida de personal especializado. Este éxodo masivo se debe, fundamentalmente, a los salarios que consideran insuficientes. El gremio reclama un piso salarial de $1.800.000 para frenar la sangría de talentos que migran hacia el sector privado o incluso al extranjero, buscando mejores oportunidades.

Pero no solo el salario es motivo de conflicto. La precarización laboral es otro punto crítico. Residentes y becarios, pilares en la formación y atención, se encuentran en una situación de informalidad que los trabajadores califican de «inaceptable». La Resolución 2109/2025, que establece dos modalidades para residentes (una con $828.430 y aportes, y otra de $1.498.113 sin ellos), es vista como una profundización de esta precarización, dejando a gran parte del personal sin los beneficios y la seguridad de un empleo formal con recibo de sueldo. Esta situación no solo afecta la calidad de vida de los profesionales, sino que también pone en riesgo la capacidad del hospital para retener y formar a las futuras generaciones de especialistas.

Acciones de protesta y búsqueda de respaldo político

Ante la crítica situación, la APyT ha lanzado el plan de acción «Agosto por el Hospital Garrahan y las Infancias». Este incluye una serie de iniciativas destinadas a visibilizar sus demandas y buscar el respaldo de la sociedad y la política. El próximo sábado 2 de agosto, se realizará un «Cabildo Abierto de Salud» junto a diversas organizaciones sociales, sindicatos, agrupaciones estudiantiles y de derechos humanos, buscando un amplio consenso en torno a la defensa del hospital.

Las protestas no se detienen ahí. El viernes 1 de agosto se llevará a cabo una caminata artística con velas a las 18 horas, partiendo desde Corrientes y Callao, como una forma de sensibilizar a la ciudadanía. Además, el 6 de agosto, una asamblea votará la posibilidad de convocar a un paro nacional, con una caravana y ruidazo frente a la Quinta de Olivos, previsto para el 13 de agosto.

En el ámbito legislativo, la Cámara de Diputados agendó para la primera semana de agosto una sesión clave. En ella, se tratará la declaración de emergencia pediátrica en el Garrahan, un proyecto que ya cuenta con dictamen favorable y que forma parte de un paquete legislativo impulsado por la oposición. La bancada opositora ve esta medida como un respaldo institucional a los reclamos gremiales, mientras el oficialismo busca bloquear su avance a través de negociaciones, lo que añade una dimensión política a la ya compleja situación del hospital.

Cambios en la gestión y el desafío de la excelencia

En medio de este escenario de conflicto, el Garrahan ha experimentado cambios en su cúpula directiva. En junio, asumió la Dra. Mariel Sánchez como nueva presidenta del Consejo de Administración, acompañada por Mariano Pirozzo como director médico. La nueva gestión ha anunciado medidas para optimizar recursos, como la reducción de cargos jerárquicos, la implementación de comités de compras y un ahorro del 30% en insumos. Aseguran que estas acciones no afectarán la calidad de la atención médica.

Sin embargo, los trabajadores cuestionan que estos ahorros «no se reflejan en mejoras salariales», y señalan que el nuevo régimen de becas sigue estando fuera de las normas laborales formales. La brecha entre las medidas de gestión y las demandas del personal agudiza el conflicto, a pesar de que el hospital continúa siendo un faro de la medicina pediátrica. El Garrahan realiza el 50% de los trasplantes pediátricos del país y fue pionero en técnicas avanzadas como la operación fetal intrauterina por mielomeningocele. Entre sus planes futuros se incluye la incorporación del primer trasplante intestinal infantil público y la apertura de un Banco de Córneas nacional. No obstante, el personal insiste en que la precarización laboral y la salida de profesionales amenazan con poner en riesgo estos logros y la excelencia médica que siempre caracterizó a la institución.