Stiglitz advierte: Argentina, al borde de una nueva crisis económica por el rumbo de Milei
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, ha lanzado una dura advertencia sobre la situación económica de Argentina, afirmando que el país se encamina hacia una nueva crisis.

Durante su participación en el Festival Gabo en Colombia, Stiglitz cuestionó severamente las políticas del gobierno de Javier Milei, señalando que el actual modelo agrava problemas preexistentes y que la aparente baja de la inflación es insostenible, impulsada únicamente por los nuevos préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La crítica al modelo económico de Milei y el FMI
Joseph Stiglitz, galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2001, no ocultó su preocupación por la dirección económica que ha tomado Argentina bajo la administración de Javier Milei. En un análisis contundente, el economista manifestó que la estrategia de endeudamiento con el FMI no solo es insostenible, sino que también está sentando las bases para un colapso inminente. Stiglitz fue enfático al señalar que la reciente desaceleración de la inflación, celebrada por el gobierno, es un espejismo. Según su perspectiva, esta reducción se debe exclusivamente a la inyección de dólares provenientes de los nuevos préstamos del organismo internacional, una medida que distorsiona la realidad económica y pospone una crisis inevitable.
El Nobel de Economía criticó que, a pesar de que Argentina aún no ha podido saldar la deuda de 44.000 millones de dólares contraída en 2018, el FMI haya otorgado otros 20.000 millones de dólares. «Argentina no es viable con más de 56.000 millones de dólares en deuda», sentenció Stiglitz, subrayando la magnitud del problema y la fragilidad financiera del país. Esta acumulación de deuda, sin una clara capacidad de repago, dibuja un panorama sombrío para el futuro económico argentino, independientemente de las cifras actuales de inflación.
Un repaso crítico a los orígenes de la inestabilidad argentina
Durante su intervención, Stiglitz, conocido por su crítica al modelo neoliberal y su defensa de un «capitalismo progresista», también analizó los antecedentes de la inestabilidad económica argentina. Aunque evitó responder directamente sobre su influencia en los gobiernos peronistas, el economista dirigió sus críticas hacia las reformas de mercado implementadas por Mauricio Macri a partir de 2015. «Argentina tiene una larga historia de problemas, pero si miramos el origen de estos problemas se pueden explicar cuando ellos eligieron una economía de mercado con Macri en 2015», argumentó.
Stiglitz recordó que la administración de Macri recurrió al FMI para financiar una apertura económica, obteniendo un crédito de más de 44.000 millones de dólares. Lo más preocupante para el Nobel fue que, según sus declaraciones, el propio organismo permitió que gran parte de ese dinero saliera del país sin una supervisión adecuada. «Los más ricos sacaron el dinero sin que se compruebe qué hicieron», afirmó Stiglitz, sugiriendo una falta de control y transparencia que contribuyó al problema de la deuda y la fuga de capitales. Esta perspectiva histórica refuerza su argumento de que las políticas de mercado sin los contrapesos adecuados, como los que propone su «capitalismo progresista», conducen a desequilibrios y crisis recurrentes.
En este contexto, Stiglitz ve un patrón preocupante en la actual gestión de Milei. Para el Nobel, el gobierno actual no solo reproduce, sino que «engrandece y agrava el problema» al continuar con una lógica de endeudamiento que, a su juicio, es insostenible. La aparente estabilidad inflacionaria, impulsada por la entrada de dólares del FMI, es vista como una solución temporal que enmascara una fragilidad estructural, llevando a Argentina «a la puerta de otra crisis».
Perspectivas y soluciones desde el «capitalismo progresista»
El «capitalismo progresista», concepto impulsado por Stiglitz, busca precisamente evitar los abusos del capital a través de herramientas de contrapeso. Este enfoque aboga por un papel activo del Estado en la regulación de los mercados, la protección social y la inversión en capital humano, para asegurar que el crecimiento económico sea más inclusivo y sostenible. Desde esta óptica, la dependencia de préstamos externos para mantener un tipo de cambio artificialmente bajo y controlar la inflación a corto plazo, como observa en Argentina, es una señal de políticas económicas que no abordan las raíces estructurales de los problemas, sino que las profundizan.
La visión de Stiglitz contrasta con las políticas de austeridad y desregulación que suelen acompañar a los préstamos del FMI, y que, según su análisis, han sido históricamente perjudiciales para economías como la argentina. En lugar de ello, propone un modelo que priorice la estabilidad a largo plazo y la equidad, frenando la fuga de capitales y fomentando la inversión productiva interna.
En conclusión, las declaraciones de Joseph Stiglitz sirven como una advertencia contundente sobre el futuro económico de Argentina. Aunque las cifras actuales puedan parecer alentadoras en algunos aspectos, la dependencia de la deuda externa para mantener la estabilidad y la falta de un plan económico sostenible a largo plazo, según el Nobel, están llevando al país hacia un inevitable nuevo episodio de crisis.