Crisis en el Turismo Interno: reservas por debajo del 30% en plenas vacaciones de invierno
El turismo interno en Argentina atraviesa uno de sus momentos más críticos, con la temporada de invierno de 2025 registrando niveles de reservas alarmantemente bajos.

Destinos emblemáticos como Mar del Plata reportan una ocupación hotelera que apenas roza el 30%, lo que evidencia el profundo impacto del ajuste económico y una creciente preferencia por los viajes al exterior entre quienes aún conservan capacidad de gasto. La situación, que ya era preocupante en el invierno pasado, se agrava, dejando a miles de trabajadores del sector en la incertidumbre.
Mar del Plata, reflejo de una crisis profunda
Con el inicio de las vacaciones de invierno, la postal habitual de Mar del Plata, la «Feliz», es la de una ciudad con escasa afluencia de visitantes. Los operadores turísticos marplatenses confirman que las reservas hoteleras apenas rondan el 25% de las plazas disponibles, un descenso drástico en comparación con el invierno de 2024, que ya había sido flojo con picos del 60%.
Hernán Szkrohal, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, admitió que, si bien las vacaciones de invierno «nunca fueron el pico de la actividad», el comportamiento actual del turista está «muy por debajo del promedio de años anteriores». La expectativa de un repunte es baja, y la incertidumbre se palpa en el ambiente.
La crisis no se limita a la costa atlántica. En el norte del país, Catamarca también sufre los embates. Cristian Fernández, titular de la Asociación de Agencias de Viajes local, describió un panorama sombrío, afirmando que el sector está «muy golpeado, no solo en la provincia, sino en todo el país».
Las causas: ajuste, dólar barato y un «minimundo» que viaja
Los especialistas coinciden en que esta debacle del turismo interno no es casual. Una economía estancada, la pérdida del poder adquisitivo de la población y un dólar relativamente barato han configurado un escenario donde quienes aún pueden viajar optan por destinos internacionales. Martín Romano, CEO de una de las principales agencias de viajes del país, señaló que «la estrella del primer semestre fueron los viajes al exterior», aunque aclaró que estas salidas están reservadas para un «minimundo» con capacidad económica.
La clase media, que históricamente ha sido el motor del turismo nacional, se encuentra «muy ajustada», según Romano. Aquellos que todavía logran movilizarse prefieren opciones más económicas, como alquilar un departamento, en lugar de hospedarse en hoteles. Incluso, la competencia se agudiza con ofertas tentadoras en destinos como Iguazú, que ofrecen paquetes completos por menos de $400.000, desviando aún más la demanda que tradicionalmente se dirigía a la costa.
El Gobierno nacional, por su parte, ha eliminado programas de incentivo al turismo interno que existieron en años anteriores y, hasta el momento, no ha presentado medidas concretas para revertir esta tendencia. El sector turístico se resigna a esperar una reactivación que, de concretarse, no llegaría antes de los fines de semana largos de octubre y noviembre, o directamente en la próxima temporada de verano. Mientras tanto, la falta de turistas afecta gravemente a miles de trabajadores que dependen de una temporada de invierno que, a todas luces, parece perdida.