Jubilación de monotributistas: Lo que tenés que saber sobre tus aportes
Los monotributistas próximos a jubilarse suelen preguntarse cuánto cobrarán y si su categoría de facturación influye en el haber previsional. Te explicamos los requisitos, las condiciones y cuándo es posible aspirar a un monto superior a la jubilación mínima en Argentina.

A medida que se acerca la edad de retiro, una de las principales inquietudes para quienes están adheridos al régimen de monotributo es conocer el monto de su futura jubilación y si la categoría en la que se encuentran inscriptos impacta en el haber mensual. Aunque este régimen simplificado contempla distintas escalas de facturación, desde la Categoría A hasta la K, es fundamental entender que los aportes previsionales realizados bajo esta figura comparten una característica crucial: su contribución al sistema jubilatorio es igualitaria y, por lo general, limitada al haber mínimo.
Según la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), el monotributo se estructura en 11 categorías según el nivel de ingresos anuales. Por ejemplo, la Categoría A tiene un tope de facturación de $7.813.063,45, mientras que la Categoría K, la más alta, asciende a $82.370.281,28. Sin embargo, a pesar de estas diferencias significativas en los ingresos declarados, el monto jubilatorio que se percibe bajo este régimen no varía según la categoría.
Requisitos para acceder a la jubilación como monotributista
Los requisitos para acceder a la jubilación para los monotributistas son los mismos que para el régimen general:
- Mujeres: 60 años de edad.
- Hombres: 65 años de edad.
- 30 años de aportes previsionales.
Los monotributistas que cumplan con estas condiciones y que hayan realizado sus aportes exclusivamente como autónomos dentro de este régimen, accederán al haber mínimo jubilatorio. Para julio de 2025, este monto está establecido en $379.355, lo que incluye un bono de $70.000, que podría ajustarse en el futuro.
¿La categoría del monotributo influye en el monto de la jubilación?
La respuesta es no, al menos en términos generales. Aunque las categorías del monotributo representan diferentes escalas de facturación e implican variaciones en el componente impositivo (que abarca el impuesto integrado y el componente de obra social), el aporte jubilatorio es el mismo para todas las categorías. Esto significa que un monotributista de la Categoría A aporta lo mismo a su futura jubilación que uno de la Categoría K, lo que los encuadra a todos dentro del haber previsional mínimo.
¿Cómo se puede aspirar a una jubilación superior a la mínima?
La única forma en que un monotributista puede aspirar a una jubilación que supere el haber mínimo es si, a lo largo de su vida laboral, realizó aportes adicionales en relación de dependencia o en el régimen autónomo tradicional (es decir, como trabajador independiente que no estaba bajo el paraguas del monotributo y realizaba aportes superiores).
En estos casos, el sistema previsional de Argentina considera el promedio de los ingresos de los últimos 10 años para determinar el haber jubilatorio. Esto significa que si una persona fue, por ejemplo, empleada formal durante una parte significativa de su vida laboral y luego se inscribió como monotributista, el cálculo de su jubilación será mixto. Se tomarán en cuenta los ingresos declarados durante sus períodos en relación de dependencia o como autónomo tradicional, lo que podría resultar en un monto de jubilación superior al mínimo.