La calificación crediticia de Argentina se mantiene entre las más bajas, junto con Zimbabwe y Líbano

Argentina continuará en la categoría de "Mercado Independiente" según la reciente revisión anual de mercados de Morgan Stanley Capital International (MSCI), una calificación que la ubica junto a naciones como Zimbabue y Líbano. Esta decisión retrasa las aspiraciones del país de ser reclasificado como "Mercado Emergente", una situación que tendrá importantes implicaciones para la inversión extranjera.

La resolución del ponderador estadounidense significa que Argentina no será considerada para una posible reclasificación a «mercado frontera» o «mercado emergente» en el corto plazo.

Un estatus crediticio inalterado

La reunión anual de revisión de mercados de MSCI ha ratificado la permanencia de Argentina en la categoría de «Mercado Independiente», una situación en la que el país se encuentra desde su caída en 2021. Esta clasificación, la más baja en la escala de MSCI, imposibilita que grandes fondos de inversión internacionales puedan destinar capital directamente a acciones argentinas debido a restricciones estatutarias.

Según el comunicado del MSCI, «salvo alguna excepción, Argentina recién podría ser incluida en la lista en junio de 2026 para ser reclasificada a ‘frontera’ o ‘emergente’ en junio de 2027». Esto implica que el país deberá esperar al menos dos años más para tener una nueva oportunidad de mejorar su estatus crediticio a nivel global.

El MSCI destacó que, si bien se observaron «avances como desafíos persistentes en los mercados» durante 2025, la importancia de «marcos transparentes y basados en reglas para guiar nuestras evaluaciones de clasificación» es fundamental. Además, subrayó que su revisión anual sigue siendo «una herramienta crítica para el diálogo con los participantes del mercado y para apoyar una mayor transparencia en los mercados de capitales en todo el mundo».

Las implicaciones de un «Mercado Independiente»

La permanencia en esta categoría tiene consecuencias directas y significativas para la economía argentina. Al no estar en la lista de mercados emergentes o frontera, el país queda excluido del radar de grandes fondos de inversión que, por sus políticas internas, solo pueden invertir en mercados con una calificación más elevada. Esto restringe el flujo de capitales externos y limita las oportunidades de financiamiento y crecimiento para las empresas locales.

Argentina comparte actualmente esta calificación de «Mercado Independiente» con una lista de naciones que enfrentan desafíos similares en sus economías o mercados de capitales, incluyendo a Zimbabue, Líbano, Palestina, Botsuana, Ucrania y Panamá. Esta equiparación se debe principalmente a las múltiples restricciones cambiarias impuestas en el país y a la falta de un acceso fluido y predecible al mercado de capitales, factores clave que desalientan la inversión extranjera directa.

Las restricciones cambiarias, como los controles de capital y las diferentes cotizaciones del dólar, generan incertidumbre y dificultan la repatriación de ganancias para los inversores extranjeros. Esto, sumado a la volatilidad económica y la percepción de riesgo, contribuye a que Argentina siga siendo vista como un mercado de alto riesgo para la inversión global.

Desafíos para la Reclasificación

Para que Argentina pueda aspirar a una reclasificación en el futuro, será fundamental que logre estabilizar su macroeconomía, simplificar el régimen cambiario y garantizar un acceso más libre y predecible a los mercados de capitales. La transparencia y la implementación de reglas claras son aspectos cruciales que el MSCI y otros ponderadores internacionales consideran al evaluar el estatus de un mercado.

La decisión de MSCI subraya la necesidad de reformas estructurales y la creación de un entorno más amigable para la inversión si Argentina busca atraer el capital extranjero necesario para su desarrollo y salir de esta compleja categoría.