Advierten que el combustible podría subir en julio a pesar de la caída del 7% en las ventas
Los precios de los combustibles en Argentina podrían experimentar un nuevo aumento de alrededor del 5% en julio, según anticipó la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha). Esta posible suba genera preocupación en el sector, que ya enfrenta una caída del 7% en las ventas y un consumo retraído por el impacto en el bolsillo de los consumidores.

El fantasma de un nuevo aumento en el precio de los combustibles vuelve a rondar a los consumidores argentinos y al sector de las estaciones de servicio. Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), anticiparon un posible incremento de alrededor del 5% para el mes de julio, lo que se suma a la ya preocupante caída del 7% en las ventas.
Guillermo Lego, gerente general de Cecha, fue quien encendió las alarmas. «Algunas petroleras que no son YPF ya aplicaron subas del orden del 4 al 5%», explicó. Agregó que «todo indica que se ajustará en ese mismo rango, aunque aún resta la definición de YPF y la intervención de la Secretaría de Energía». La expectativa está puesta en la decisión de YPF, que suele marcar el rumbo del mercado.
Factores que impulsan el posible aumento
Lego hizo hincapié en la relación con los precios internacionales del crudo. Señaló que el valor del crudo Brent, un referente clave, «viene subiendo» y pasó de 63 a 77 dólares el barril. Si bien reconoció que hace un año estaba en 84 dólares, y por lo tanto «el aumento no es tan significativo si se mira a largo plazo», para el bolsillo del consumidor «todo aumento es sensible».
Esta situación golpea duramente al sector expendedor, que ya arrastra una caída del 7% en las ventas. «Nos aflige porque venimos con una caída del 7% en las ventas, y eso es fuerte para nuestro movimiento», lamentó Lego. Esto indica que un nuevo incremento en los surtidores podría profundizar aún más el retroceso en la demanda.
Preocupación por la inflación y el consumo
El gerente de Cecha recordó el compromiso del gobierno de ajustar los precios de los combustibles según el valor del crudo. «Si sube, sube el combustible; si baja, debería bajar. Veremos ahora qué deciden desde el punto de vista inflacionario», comentó, dejando entrever la tensión entre la lógica del mercado internacional y las presiones inflacionarias internas.
El contexto global, marcado por el conflicto en Medio Oriente y su impacto en el precio del crudo, se suma a un escenario local de demanda retraída. Este combo genera una considerable preocupación tanto para los consumidores, que ven cómo su poder adquisitivo se reduce, como para el sector de los combustibles, que observa una contracción en su volumen de negocio. La perspectiva de julio, con nuevos incrementos y un consumo en retroceso, plantea un desafío importante para la economía nacional.