Recorte en el servicio de trenes del Roca: un ajuste «transitorio» mientras el Gobierno evalúa privatizaciones
El Gobierno nacional, mientras avanza con su plan de privatización ferroviaria, implementó una drástica reducción en la frecuencia de los servicios del tren Roca, una de las líneas más utilizadas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Aunque la administración justifica la medida como «transitoria» y vinculada a «obras esenciales», la falta de una fecha concreta para el restablecimiento del servicio genera incertidumbre entre los cientos de miles de pasajeros que dependen de esta conexión vital.
Desde la asunción del presidente Javier Milei, el sistema ferroviario del AMBA ha experimentado una serie de desafíos. A los recortes operativos previos y los significativos aumentos tarifarios que superan el incremento de los salarios, ahora se suma una nueva complicación para los usuarios del tren Roca: menos servicios y la ausencia de un cronograma para su normalización. Esta línea, que une el sur del conurbano bonaerense con la Ciudad de Buenos Aires, transporta diariamente a más de 600 mil personas y es fundamental para la movilidad de la región.
A partir de junio, se oficializó la modificación de horarios que afecta directamente a los ramales más concurridos, como Alejandro Korn, Ezeiza, Bosques (vía Temperley y Quilmes), La Plata, Cañuelas, Chascomús y Haedo.
Las obras «esenciales» detrás del ajuste
El Gobierno argumenta que la reducción de servicios responde a la ejecución de una serie de obras «esenciales» o próximas a iniciarse en los distintos ramales del Roca. Entre las intervenciones mencionadas se incluyen:
En ejecución:
- Renovación integral de vía doble entre Villa Elisa y La Plata, y en vía circuito.
- Renovación de vías en cuadros de estaciones entre Sarandí y La Plata.
- Renovación de vías entre Bosques y Florencio Varela.
- Renovación de Pasos a Nivel y reparación estructural de puentes.
- Construcción de andenes elevados definitivos en la estación Kosteki y Santillán.
- Reparación integral del viaducto Sarandí.
- Automatización del sistema de señalamiento en la vía a La Plata y vía Circuito.
- Reparación de 20 arcos del viaducto Barracas.
- Nuevo tendido de alimentación eléctrica en el ramal Temperley-Bosques.
Por iniciar:
- Finalización de los techos de la nave 2 de Constitución.
- Refuerzo de la estructura de andenes y terraplén de Kosteki y Santillán.
En licitación:
- Renovación de 13 km de vías entre las estaciones Adrogué y Burzaco, y entre Turdera y Llavallol.
- Renovación de la infraestructura de la estación Yrigoyen.
- Cerramientos perimetrales.
A pesar de la extensa lista de proyectos, no se ha brindado una fecha estimada para la finalización de las obras ni para el restablecimiento pleno de las frecuencias del servicio.
Impacto en la operación y los pasajeros
La línea Roca transporta un total de 6.789.349 pasajeros en días hábiles. Con los cambios, los ramales eléctricos pasaron de 636 a 623 trenes diarios, mientras que los ramales diésel, con menor volumen de pasajeros, vieron sus servicios reducidos de 158 a 131 trenes por día. Los fines de semana también se observan recortes significativos: los sábados, los trenes eléctricos disminuyeron a 419 y los diésel a 108; los domingos y feriados, los eléctricos pasaron de 386 a 305 y los diésel de 113 a 94.
El impacto específico por ramal es el siguiente:
- Ramal Bosques vía Quilmes: Aumenta ligeramente con dos servicios más (67 contra 65).
- Ezeiza: Mantiene la misma cantidad (173).
- Bosques vía Temperley: Pierde un servicio (135 contra 136).
- Ramal La Plata: Pasa de 81 a 75 servicios diarios.
- Alejandro Korn: Disminuye de 181 a 173 servicios, y algunos trenes rápidos de la mañana que antes iban directo a Constitución desde Adrogué ahora detienen en Lomas de Zamora y Lanús.
La privatización de los trenes: un horizonte incierto
El contexto de este ajuste se enmarca en el interés del Gobierno por privatizar los servicios ferroviarios. Desde diciembre de 2023, el boleto de tren ha aumentado casi un 500%, sin que esto se haya traducido en mejoras sustanciales en la calidad del servicio. Fuentes del sector señalan que el 60% de los coches en circulación tienen más de 40 años de antigüedad y que se han recortado puestos de mantenimiento, lo que plantea serias dudas sobre la inversión en infraestructura.
A fines de 2024, la Secretaría de Transporte había anunciado planes para enviar a licitación los servicios de pasajeros de trenes durante el primer semestre de 2025. Las líneas operadas por la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) —Mitre, Sarmiento, Roca, San Martín, Belgrano Sur y Tren de la Costa—, junto con otras dos líneas ya operadas por privados, serían sometidas a nuevas licitaciones.
Paradójicamente, la estrategia de desligarse del manejo estatal del sistema ferroviario contrasta con la tendencia global. Países como el Reino Unido, por ejemplo, están avanzando con la renacionalización de su red de transporte a través de la creación de Great British Railways, una empresa pública que asumirá las operaciones a medida que venzan las concesiones privadas. Francia también ha realizado movimientos similares en los últimos años, evidenciando que la reestatización o el control público no son exclusividad de ideologías extremas.
El Gobierno argentino se encuentra en una encrucijada: por un lado, busca privatizar un servicio que considera ineficiente bajo gestión estatal, mientras que, por el otro, justifica recortes por obras que supuestamente mejorarán un sistema cuya continuidad pública pende de un hilo. La incógnita es si la prometida eficiencia y mejora del servicio llegarán antes de que la paciencia de los millones de usuarios se agote.