Condenaron a prisión perpetua a la enfermera Brenda Agüero por los crímenes de los bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba
El Caso Neonatal de Córdoba concluyó con la condena a prisión perpetua para la enfermera Brenda Agüero (30 años), encontrada culpable del asesinato de cinco recién nacidos. La decisión, tomada por un jurado popular tras nueve horas y media de deliberación, marca el cierre judicial de uno de los hechos más impactantes en la historia sanitaria argentina reciente.

El Caso Neonatal de Córdoba concluyó con la condena a prisión perpetua para la enfermera Brenda Agüero (30 años), encontrada culpable del asesinato de cinco recién nacidos. La decisión, tomada por un jurado popular tras nueve horas y media de deliberación, marca el cierre judicial de uno de los hechos más impactantes en la historia sanitaria argentina reciente.
La investigación: inyecciones letales de insulina y potasio
Según la investigación, entre marzo y junio de 2022, mientras se desempeñaba como enfermera en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo, Agüero inyectó dosis letales de insulina y potasio a los bebés. Estos peritajes fueron clave para comprobar la administración no autorizada de estas sustancias, que desencadenaron cinco muertes y dejaron ocho recién nacidos con secuelas permanentes.
Funcionarios absueltos y condena parcial a la exdirectora
En el mismo fallo, el exministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, fue absuelto, al igual que los exfuncionarios Alicia Ariza, María Luján, Cecilia Ringhelheim y Alejandro Gauto, quienes enfrentaban acusaciones por encubrimiento y omisión.
La única exautoridad condenada fue la exdirectora del Neonatal, Liliana Asís, quien recibió una pena de cinco años de prisión y cuatro de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Su condena se basó en no haber impedido las muertes ni alertado a tiempo a las autoridades, lo que subraya las negligencias y complicidades dentro del sistema hospitalario, tal como señalaron las familias de las víctimas.
Testimonios clave y la actitud de la acusada
El juicio, que comenzó en enero de 2025, contó con testimonios demoledores. Agüero intentó proyectar la imagen de una profesional dedicada, afirmando que su ingreso al hospital le había «costado muchísimo» esfuerzo. Sin embargo, los relatos de los familiares de las víctimas fueron determinantes; la mayoría identificó a Agüero como la enfermera presente en el momento crítico post-parto.
La acusada, formada en el Instituto San Nicolás del Sindicato de Empleados Públicos, no mostró arrepentimiento. En su última intervención, incluso llegó a criticar a las madres de los bebés fallecidos, sugiriendo que sus testimonios estaban guionados.
Fallas estructurales al descubierto
Más allá de la condena individual a Brenda Agüero, el caso ha puesto en evidencia graves deficiencias en los mecanismos de control y supervisión del sistema de salud pública cordobés. Durante el proceso judicial, se reveló que hubo advertencias internas que fueron ignoradas, informes demorados y funcionarios que minimizaron la gravedad de los hechos mientras estos seguían ocurriendo.
Este trágico suceso reabrió un importante debate sobre la responsabilidad penal de los funcionarios públicos en casos de negligencia institucional, así como las dificultades estructurales del sistema de salud para asegurar la protección de pacientes vulnerables, especialmente los recién nacidos. La sentencia busca justicia para las víctimas y sus familias, pero también deja un legado de cuestionamientos profundos sobre las garantías de seguridad en los servicios de salud.