Covid-19: la Sociedad Argentina de Pediatría Recomienda sostener la vacunación y sus refuerzos por inmunidad no duradera

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) insiste en la importancia de mantener al día los esquemas de vacunación contra el COVID-19, incluyendo los refuerzos, debido a que el virus SARS-CoV-2 persiste como una enfermedad estacional endémica y la inmunidad adquirida por vacunación o infección natural no es duradera. Las recomendaciones buscan prevenir cuadros graves y complicaciones, especialmente en poblaciones de riesgo.

Buenos Aires, Argentina – A medida que el COVID-19 se consolida como una enfermedad endémica con picos estacionales, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ha emitido una serie de indicaciones cruciales tanto para profesionales de la salud como para la población general. El mensaje central es claro: la vacunación contra el SARS-CoV-2 sigue siendo fundamental para asegurar que, en caso de contraer la infección, la enfermedad curse de forma más leve y con menos síntomas, evitando complicaciones mayores.

La SAP enfatiza que, si bien el virus ha pasado a un nivel endémico, «no ha desaparecido» y continúa circulando. Un punto clave que la institución subraya es que «ni la vacunación ni la enfermedad (los anticuerpos que genera) dejan una inmunidad duradera». Esta falta de inmunidad a largo plazo es la razón principal por la que se recomienda la continuidad de la vacunación y la aplicación de refuerzos periódicos.

Esquemas de vacunación y refuerzos: ¿cada cuánto y para quién?

La vacunación contra el COVID-19 está disponible para toda la población que desee inmunizarse. El esquema inicial consta de dos dosis, y su efectividad se potencia con la aplicación de refuerzos. La periodicidad de estos refuerzos dependerá de la edad y la presencia de condiciones de salud preexistentes:

  • Refuerzo cada seis meses: Recomendado para personas de 50 años o más, embarazadas y aquellos inmunocomprometidos a partir de los seis meses de vida. Estas poblaciones se consideran de alto riesgo y tienen mayor probabilidad de desarrollar neumonía o cuadros más complejos si contraen la infección.

  • Refuerzo anual: Indicado para personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras, como enfermedades crónicas, obesidad, hipertensión, diabetes, o quienes sean personal estratégico. Este segmento se considera de riesgo moderado y, luego de completar el esquema inicial y un primer refuerzo a los seis meses, deben vacunarse anualmente.

  • Población general sin riesgos importantes: Aquellos que deseen mantener la protección y evitar infecciones muy sintomáticas pueden aplicarse los refuerzos una vez al año.

Grupos de riesgo y complicaciones

Es crucial destacar que ciertas condiciones de salud aumentan el riesgo de complicaciones por COVID-19. En el caso de los niños, la SAP menciona cardiopatías congénitas, displasia broncopulmonar, enfermedad renal o hepática crónica, y fibrosis quística pulmonar, entre otras.

Asimismo, la Sociedad Argentina de Pediatría hace un especial hincapié en la importancia de la vacunación en personas gestantes, recomendando que se apliquen las dosis durante todo el proceso del embarazo para proteger tanto a la madre como al futuro bebé.

En resumen, la SAP insta a la población y a los profesionales de la salud a no bajar la guardia ante el COVID-19. Mantener los esquemas de vacunación y los refuerzos al día es la estrategia más efectiva para mitigar el impacto del virus, asegurar la salud pública y reducir la carga sobre el sistema sanitario.