Ni Una Menos: A diez años, la marcha se corre al 4 de junio para «unir las luchas»

A una década de su primera movilización, el movimiento Ni Una Menos trasladará su marcha anual del 3 al 4 de junio. Esta decisión inédita busca consolidar un frente común al unir las luchas del feminismo con reclamos de jubilados, personas con discapacidad y el Hospital Garrahan, en una contundente protesta contra el ajuste y la crueldad económica.

Ni Una Menos: Una década de resistencia y transformación social

El 3 de junio de 2015, Argentina fue testigo del nacimiento de un movimiento que cambiaría para siempre la lucha contra la violencia de género: Ni Una Menos. Lo que comenzó como una reacción masiva al brutal femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años en Santa Fe, se convirtió en un faro de denuncia y resistencia que resonó en todo el país y trascendió las fronteras, inspirando movimientos similares en América Latina y más allá.

Impulsada por un grupo diverso de activistas, periodistas, escritoras y artistas, la primera movilización del Ni Una Menos canalizó el hartazgo social ante la escalada de la violencia machista. La consigna, tomada del poema de la poeta mexicana Susana Chávez, asesinada en 2011, se erigió como un potente símbolo de la lucha feminista.

Desde aquel día fundacional, cada 3 de junio el Ni Una Menos ha renovado su compromiso con la justicia, exigiendo políticas públicas efectivas y la erradicación de todas las formas de violencia por razones de género. A lo largo de esta década, el movimiento no solo ha logrado visibilizar la magnitud de los femicidios y las violencias, sino que también ha impulsado cambios legislativos y ha generado una conciencia colectiva indispensable sobre la urgencia de erradicar la violencia machista.

Unir las luchas: El Ni Una Menos se suma a la protesta social contra el ajuste

La conmemoración del décimo aniversario de Ni Una Menos este año trae una novedad significativa: por primera vez en su historia, la fecha de la movilización se modifica. El Colectivo Ni Una Menos ha decidido trasladar la marcha al miércoles 4 de junio a las 16:00 frente al Congreso. El lema que acompaña esta histórica elección es contundente: «Unir las luchas es la tarea».

Esta determinación se enmarca en la necesidad de construir un frente amplio y transversal frente a la actual coyuntura socioeconómica. El Colectivo Ni Una Menos ha decidido sumar a su histórica demanda contra la violencia de género, el enérgico reclamo contra el «ajuste brutal» que, según la organización, está implementando el gobierno. La convocatoria de este año amplía su espectro, incluyendo los reclamos de diversos sectores afectados por las políticas actuales, entre ellos:

  • Jubilados: Por la precarización de sus ingresos y la falta de actualización de haberes.
  • Personas con discapacidad: Por la Ley de Emergencia en Discapacidad y el riesgo de recorte en prestaciones esenciales.
  • Residentes del Hospital Garrahan: En defensa de la salud pública y contra el desfinanciamiento hospitalario.
  • CONICET: En rechazo al desmantelamiento de la ciencia y la tecnología.
  • Migrantes: Frente a políticas que restringen derechos y aumentan la vulnerabilidad.
  • Transfeminismos: En defensa de los derechos de la diversidad y contra la violencia estructural.
  • Universidades: En apoyo a la educación pública y gratuita.
  • Trabajadores del arte y ambientalistas: Sectores también afectados por los recortes y la falta de políticas de fomento.
  • Inquilinos y niñeces: Ante el impacto del ajuste en las condiciones de vida.
  • Trabajadores despedidos y comunidades indígenas: Por la defensa de sus derechos laborales y territoriales.

La jornada del 4 de junio no culminará con la marcha. Desde la organización, se convoca a participar a partir de las 18:00 en una «gran asamblea con todos los sectores en CTA Autónoma (Bartolomé Mitre 748) para pensar juntxs la jornada del 4J». Esta asamblea busca consolidar estrategias y articular acciones futuras en un contexto de creciente conflictividad social.

La decisión de unir estas luchas refleja una evolución en el movimiento Ni Una Menos, que, sin abandonar su bandera central contra la violencia machista, se posiciona de forma más amplia en el escenario de las demandas sociales y políticas de Argentina.