Las pymes contra las cuerdas: una de cada tres pierde mercado por las importaciones
El primer trimestre de 2025 ha encendido las alarmas en el sector productivo argentino. Un alarmante 28% de las pymes manufactureras ha reportado haber perdido participación en el mercado interno debido al creciente ingreso de bienes importados. Así lo revela un reciente informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), que dibuja un panorama sombrío para un eslabón fundamental de la economía nacional. La situación se agrava para las empresas industriales, ya debilitadas por la caída del consumo y un contexto macroeconómico incierto.

La sombra de la apertura comercial se alarga sobre la industria
La política de apertura comercial impulsada por el Gobierno, que incluye la reciente baja de aranceles a celulares y productos electrónicos, está ejerciendo una presión significativa sobre la producción local. La preocupación en el empresariado pyme es tangible: el 42% de las empresas industriales se siente directamente amenazada por el avance de los productos extranjeros. Este porcentaje no es menor; de hecho, es el más alto registrado en la serie histórica de la FOP, superando los picos de 2018 (40%) y 2016 (39%), lo que dimensiona la magnitud de la coyuntura actual.
Los sectores más golpeados por esta tendencia son, sin sorpresa, los que tradicionalmente compiten con productos del exterior: la metalmecánica (60%), los textiles, prendas de vestir, cuero y calzado (57%), y las sustancias y productos químicos (44%). “Frente a un contexto de apertura comercial, la percepción de amenaza importadora aumentó de forma significativa en la industria”, subraya el informe, resultado de una encuesta a 500 empresas distribuidas en todo el país.
La paradoja del mercado: ¿más ventas, menos producción?
Un dato que merece una atención especial dentro del reporte es la llamativa disociación entre el crecimiento de las ventas y la contracción de la producción. Mientras que las ventas deflactadas de las pymes industriales mostraron un crecimiento del 15% en el primer trimestre del año, la producción, en contrapartida, cayó un 3% en el mismo período. Esta brecha sugiere una tendencia preocupante: muchas empresas podrían estar optando por reemplazar la fabricación local con la importación de bienes terminados. Es decir, se vende más, pero se produce menos en el país.
“El interrogante es si el repunte de ventas se traducirá en mayor producción o si continuará vinculado a la sustitución de producción local por importaciones”, plantea la FOP, destacando una de las mayores incógnitas para el futuro inmediato del sector.
Despidos y costos al alza: un cóctel explosivo
La coyuntura adversa se completa con una cifra que impacta directamente en el empleo: la ocupación en el sector pyme disminuyó un 5% en el mismo período. Este dato se suma a un cúmulo de problemas que acorralan a la industria. El relevamiento de la FOP detalla que el 64% de las pymes registró una caída en sus ventas, el 51% experimentó aumentos en los costos salariales, y un 41% advirtió subas en el costo de las materias primas.
Aunque el Gobierno implementó una medida para aliviar la carga del sector, como la eliminación de las retenciones a las exportaciones de pymes (que representaban entre un 3% y un 5% para 3.800 empresas), los primeros indicios sugieren que esta acción no está logrando compensar el duro golpe que la apertura importadora está generando en el mercado interno. Las pymes argentinas, motor clave de la economía y el empleo, enfrentan un desafío sin precedentes que demanda una evaluación profunda y medidas contundentes.