Argentina abandona el efectivo: Los pagos digitales reinan en comercios y lideran la región
Un informe global revela una caída drástica en el uso de billetes en apenas cinco años y posiciona al país como pionero en la adopción de billeteras virtuales en América Latina, impulsado por la interoperabilidad del código QR y la combinación de cuentas bancarias y fintech.

La fisonomía de las transacciones comerciales en Argentina ha experimentado una transformación radical en el último lustro. El billete, otrora rey indiscutido en las operaciones cotidianas, cede terreno a un ritmo vertiginoso frente al avance imparable de los pagos digitales. Según los hallazgos del Global Payments Report 2025, elaborado por la firma Worldpay, apenas una de cada cuatro operaciones comerciales en el territorio nacional se concreta hoy en día utilizando dinero en efectivo. Este dato, que marca un descenso abrupto desde el 54% registrado hace tan solo cinco años, subraya un cambio cultural y tecnológico profundo en los hábitos de consumo y pago de los argentinos.
Esta migración masiva hacia lo digital no solo redefine el panorama local, sino que también proyecta a Argentina como un líder indiscutido en la región en materia de adopción de billeteras virtuales. El informe de Worldpay destaca que estas herramientas digitales ya canalizan un significativo 34% del valor total transaccionado en el ámbito del comercio electrónico y alcanzan un 25% en las operaciones realizadas en puntos de venta físicos.
Un aspecto particularmente relevante que surge del estudio es la preferencia de los consumidores argentinos a la hora de fondear sus billeteras digitales. El 29% opta por hacerlo directamente desde sus cuentas bancarias, un porcentaje que se erige como el más alto entre los países encuestados por Worldpay. Este comportamiento sugiere una tendencia clara a no elegir de forma excluyente entre la banca tradicional y las nuevas empresas de tecnología financiera (fintech), sino a integrarlas y aprovechar las ventajas de ambas plataformas de manera combinada. De hecho, el reporte precisa que tres de cada diez usuarios en el país utilizan billeteras digitales que se nutren con fondos provenientes de cuentas bancarias convencionales, evidenciando una sinergia cada vez mayor entre ambos ecosistemas financieros.
Juan Pablo D’Antiochia, gerente general de Worldpay para América Latina, contextualizó este fenómeno al explicar que «los últimos diez años fueron testigos de un cambio dramático impulsado por la adopción tecnológica, la aparición de fintech y un panorama regulatorio en evolución». Según D’Antiochia, en este período, «las billeteras digitales superaron a los métodos tradicionales como el efectivo y las tarjetas como los métodos de pago preferidos en Argentina», consolidando una nueva era en las transacciones comerciales.
Entre los factores determinantes que impulsaron esta transformación digital en el país, el informe identifica al programa Transferencias 3.0 como un catalizador clave. Esta iniciativa permitió la digitalización de los pagos a través de un sistema de transferencias inmediatas, gratuitas e interoperables entre diferentes cuentas bancarias y de pago. Si bien procesos similares de digitalización con herramientas como Pix en Brasil (que concentra el 41% del total transaccionado en ese país) o Yape en Perú han tenido éxito en la región, Argentina presenta una particularidad que la diferencia: es el único país latinoamericano que cuenta con un sistema de código QR interoperable a nivel nacional.
D’Antiochia enfatizó este punto al señalar que, aunque Argentina «no fue el primer país de la región en incorporar las billeteras virtuales, definitivamente fue el que más lo hizo». A diferencia de otras geografías donde prevalecen los pagos sin contacto basados en tecnología NFC, la simplicidad y, sobre todo, la capilaridad del sistema QR argentino permitieron su rápida y masiva adopción. «Puede funcionar bien aún en los lugares más aislados», afirmó el ejecutivo, resaltando la ventaja de su sencillez: «no hay que darle demasiadas explicaciones a nadie para que use una billetera QR».
El estudio de Worldpay también incursiona en el incipiente pero creciente papel de las criptomonedas en el comercio electrónico argentino. El país se ubica entre las siete naciones a nivel global donde las criptodivisas alcanzan el 1% del total de las operaciones de e-commerce, con una proyección de duplicar ese porcentaje para el año 2030. El informe atribuye este fenómeno a la inestabilidad económica local, indicando que «los consumidores argentinos recurren a las criptomonedas como un refugio contra la inflación y la depreciación de la moneda», un factor que les otorga un atractivo particular en el contexto macroeconómico del país. A nivel mundial, la tendencia hacia la diversificación de los medios de pago con cripto también es perceptible, con uno de cada dos compradores online manifestando su intención de utilizarlas en el futuro.
A pesar de la notoria declinación del efectivo, el informe de Worldpay pone un freno a las predicciones más apocalípticas sobre la desaparición total de los billetes. Si bien la caída en su uso se aceleró globalmente a raíz de la pandemia de COVID-19 y las restricciones al contacto físico, las profecías sobre «sociedades sin efectivo» aún no se han materializado en ningún país. D’Antiochia es categórico al afirmar que, aunque el efectivo «está sufriendo un fuerte descenso en todo el mundo, las predicciones de ‘sociedades sin efectivo’ no se materializaron, en ningún país». El uso del efectivo parece haber alcanzado un nivel de relativa estabilidad, con un ritmo de descenso significativamente más lento en comparación con los años inmediatamente posteriores a la emergencia sanitaria global. El reporte recuerda incluso que su edición 2015 ya proyectaba que para 2020 el 50% de los pagos se realizarían con billeteras digitales, una marca que Argentina, adelantándose a lo previsto, alcanzó dos años antes, en 2018.
Consultado sobre los desafíos pendientes en la digitalización de pagos en Argentina, D’Antiochia identificó al sistema de transporte público y el monopolio de la tarjeta SUBE como el «último paso que le falta a la Argentina para terminar de desarrollar sus medios de pago». Cuestionó la lógica de «obligar a la gente a congelar dinero en la tarjeta SUBE», argumentando que, incluso bajo coerción, «el consumidor siempre elige lo que más le sirve», sugiriendo la necesidad de integrar opciones de pago más flexibles y acordes con la tendencia digital imperante.
Con un ecosistema digital en constante expansión y una clara predilección por soluciones de pago ágiles, simples e inmediatas, Argentina se consolida como uno de los mercados más dinámicos y avanzados del mundo en el ámbito de los pagos digitales, marcando un camino de innovación y adaptación que la distingue en el panorama regional.