La confusa trampa de la Red SUBE: Usuarios pagan más y el Gobierno omite información crucial

Contrario a la promesa oficial de descuentos significativos por combinaciones en el transporte público del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la implementación de la Red SUBE esconde una realidad económica más gravosa para los usuarios. La información proporcionada por el propio Gobierno resulta confusa y omite un factor clave: un tope de reintegro que diluye considerablemente los beneficios anunciados. Esta situación se da en un contexto de aumentos tarifarios constantes y una preocupante pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

Según la información difundida por los canales oficiales, la Red SUBE ofrece un descuento automático del 50 por ciento en el segundo viaje y del 75 por ciento a partir del tercero, siempre dentro de un lapso de dos horas y utilizando colectivos de jurisdicción nacional y de CABA, trenes y subtes. Este esquema, disponible para usuarios con su tarjeta SUBE registrada, genera la expectativa de un ahorro sustancial al realizar combinaciones.

Sin embargo, la realidad es otra. Fuentes gubernamentales y cercanas a la empresa concesionaria del subte confirmaron a El Destape la existencia de un tope de reintegro equivalente a la tarifa mínima del colectivo vigente en el AMBA (actualmente $371,13). Debido al elevado costo del boleto de subte, este límite implica que el descuento aplicado no alcanza los porcentajes promocionados. En lugar del 50 por ciento anunciado para la primera combinación, en el caso del subte, la rebaja real es de apenas un 41,4 por ciento.

La contradicción se evidencia al analizar la información en la página web oficial de SUBE. Mientras que en la sección principal se indica claramente el descuento del 50 y 75 por ciento para las combinaciones, en un apartado menos visible se menciona la existencia del tope de reintegro. Esta falta de claridad induce a error a los usuarios, quienes confían en un ahorro que no se materializa completamente.

El impacto en el bolsillo: El subte, un ejemplo elocuente

Para ilustrar la magnitud de la diferencia, consideremos el caso del subte. Si un usuario combina el subte con otro medio de transporte, en lugar de abonar el 50 por ciento de la tarifa como se podría esperar, termina pagando el 59,61 por ciento del valor total del boleto, lo que actualmente equivale a $547,87. De cumplirse la promesa de descuento del 50 por ciento en la primera combinación, el costo del subte debería ser de $459,50. En el caso de una segunda combinación con el descuento del 75 por ciento, el valor debería ser de $229,75.

La propia página oficial de SUBE explica porcentualmente el esquema de descuentos, alimentando la confusión al no destacar la limitación del tope de reintegro de manera prominente.

Aumento del transporte y la ausencia de la Red SUBE en colectivos del conurbano

Este panorama se agrava con los recientes aumentos en las tarifas de colectivo anunciados para mayo tanto en la Provincia como en la Ciudad de Buenos Aires. La fórmula de ajuste, que considera la inflación del penúltimo mes más dos puntos porcentuales, impactará significativamente en el presupuesto de los trabajadores.

Para un residente del conurbano que se traslada diariamente a su trabajo, el costo mensual del transporte ya representa una carga considerable. Un trabajador que vive en la segunda sección del conurbano y utiliza un colectivo para un tramo de 0 a 3 kilómetros deberá desembolsar $54.577,8 al mes. Si el trayecto es de 3 a 6 kilómetros, el costo asciende a $56.634,6.

La situación es aún más crítica debido a que la Red SUBE no está disponible en las líneas de colectivo que circulan en el conurbano bonaerense. Esta ausencia de descuentos por combinación en la zona más poblada del país intensifica el golpe al bolsillo de los usuarios, quienes no pueden acceder a los beneficios promocionados por el Gobierno para quienes realizan múltiples viajes.

En definitiva, la implementación de la Red SUBE, lejos de aliviar la carga económica del transporte público, presenta una trampa para los usuarios del AMBA. La falta de transparencia en la información oficial y la existencia de un tope de reintegro no comunicado claramente generan un costo mayor al esperado, especialmente para quienes utilizan el subte. En un contexto de salarios en retroceso y aumentos tarifarios constantes, esta situación profundiza las dificultades económicas de miles de ciudadanos. La omisión de información crucial por parte del Gobierno plantea serias interrogantes sobre la equidad y la transparencia en la gestión del sistema de transporte público.