Condenan a Sabag Montiel por posesión y distribución de pornografía infantil en paralelo a la causa del atentado a Cristina Fernández
En un giro judicial que corre en paralelo a la investigación por el intento de magnicidio contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Fernando Sabag Montiel, el hombre detenido por ese ataque de 2022, fue sentenciado a 4 años y 3 meses de prisión de cumplimiento efectivo. La condena, dictaminada por la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (UFEDyCI), se debe a su responsabilidad en los delitos de tenencia y distribución de pornografía infantil.

Según la investigación llevada adelante por la fiscal Daniela Dupuy y su equipo, al momento de su detención en septiembre de 2022, Sabag Montiel tenía en su poder una tarjeta de memoria que almacenaba 17 archivos de imagen y 102 archivos de video con contenido de explotación sexual infantil. Las pruebas recabadas por la UFEDyCI fueron contundentes al demostrar que el imputado, en tres oportunidades, compartió videos con contenido de abuso sexual de niños y adolescentes a través de la red social Instagram.
El fiscal general Juan Bautista Mahiques destacó la importancia de este fallo, subrayando que «en la Ciudad de Buenos Aires, no hay margen para la impunidad en delitos que atentan contra la integridad de niños, niñas y adolescentes». Asimismo, resaltó que «este fallo demuestra que el sistema de justicia de la Ciudad está preparado para investigar delitos complejos con herramientas modernas y personal altamente capacitado».
Esta condena se suma a una pena previa de un año de prisión en suspenso que Sabag Montiel ya tenía por el delito de tenencia ilegítima de documento nacional de identidad ajeno, lo que agrava aún más su situación judicial.
Mientras tanto, en el marco de la investigación por el atentado contra Cristina Kirchner, el diputado nacional del PRO, Gerardo Milman, rompió un extenso silencio para negar cualquier vinculación con el hecho. En declaraciones al portal MDZ a principios de abril, Milman se autodefinió como víctima de una «persecución absurda» y lanzó una enigmática frase: «Pronto se sabrá quién le puso la pistola en la mano a Sabag Montiel».
Sin embargo, lejos de aportar elementos esclarecedores a la causa principal, el legislador se centró en describir el impacto personal que la investigación judicial tuvo en su vida. Milman fue señalado por una supuesta frase que testigos afirman haber escuchado días antes del ataque: «Cuando la maten, voy a estar camino a la costa». Aunque negó haberla pronunciado, relativizó la gravedad del comentario al afirmar que, incluso si lo hubiera dicho, sería una «frase vacía» sin mayor trascendencia.
Sus intentos por justificar el accionar de sus asesoras, Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, quienes lo acompañaban en el bar Casablanca el día en que presuntamente se profirió la frase, generaron controversia. Una de ellas admitió haber borrado el contenido de su teléfono celular, acción que Milman minimizó argumentando que contenía «fotos íntimas» y que él mismo gestionó ayuda para eliminar esa información. Respecto a la desaparición de su propio teléfono, adujo haberlo perdido durante una mudanza y defendió su decisión de no entregarlo a la Justicia, amparándose en su derecho a la propiedad privada.
El diputado del PRO también apuntó contra los testigos que declararon en su contra, vinculándolos con sectores del kirchnerismo y denunciando falso testimonio sin presentar pruebas concretas que respalden su acusación.
Finalmente, al referirse a su futuro político, Milman descartó una posible alianza entre el PRO y La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, aunque dejó abierta la puerta a una eventual lista conjunta, sugiriendo con ironía una «lista de color violeta».
De esta manera, la justicia avanza en dos frentes distintos pero relacionados con la figura de Fernando Sabag Montiel. Por un lado, la condena por un delito aberrante como la posesión y distribución de pornografía infantil marca un precedente importante en la lucha contra la explotación sexual de menores en el ámbito digital. Por otro lado, la investigación del atentado contra Cristina Kirchner continúa su curso, con figuras como Gerardo Milman intentando desvincularse de las acusaciones en medio de un clima político aún tenso. La pregunta sobre quién instigó o colaboró en el intento de magnicidio sigue siendo una incógnita que la justicia deberá resolver, mientras Sabag Montiel enfrenta las consecuencias de sus actos en múltiples dimensiones.