Riesgo de Alzheimer: Estudio advierte que saberlo baja el entusiasmo por hábitos saludables, pese a no dañar la salud mental

Una investigación reciente siguió a casi 200 personas antes y después de someterse a escaneos cerebrales para evaluar su riesgo de la enfermedad. Aunque no hubo perjuicio psicológico, tanto quienes tuvieron alto como bajo riesgo mostraron menos motivación para cuidar su salud a largo plazo.

En un contexto donde las herramientas para la detección temprana del riesgo de mal de Alzheimer avanzan, surge una pregunta crucial: ¿cómo afecta a las personas conocer esta información sobre su futuro cognitivo? Un estudio reciente, publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia, aporta hallazgos sorprendentes al respecto, sugiriendo que saber el riesgo no impacta negativamente la salud mental, pero paradójicamente, podría reducir la motivación para mantener hábitos de vida saludables.

Investigadores de Israel y Estados Unidos llevaron a cabo un seguimiento a 199 personas cognitivamente sanas, mayores de 40 años y con antecedentes familiares de Alzheimer. El objetivo era evaluar el impacto de conocer el resultado de una Tomografía por Emisión de Positrones (PET) diseñada para detectar la acumulación de placas de beta-amiloide en el cerebro. Esta acumulación es una característica distintiva del Alzheimer que puede comenzar años o décadas antes de la aparición de los primeros síntomas, y las imágenes PET son una herramienta en desarrollo para identificar este riesgo o descartarlo en el futuro cercano.

Antes de los escaneos PET y seis meses después de recibir los resultados, los participantes respondieron encuestas sobre su salud mental (niveles de depresión y ansiedad), su preocupación por la memoria y su motivación para adoptar o mantener hábitos saludables conocidos por reducir el riesgo de deterioro cognitivo, como el ejercicio físico regular.

Los resultados revelaron una paradoja. En cuanto a la salud mental, los hallazgos fueron positivos: la información del resultado del estudio con PET no pareció causar perjuicio psicológico general. Quienes recibieron resultados que descartaban un riesgo inmediato de Alzheimer mostraron una notable mejora en sus niveles de depresión, ansiedad y preocupación por su memoria. Por su parte, aquellos con resultados que confirmaban un riesgo elevado informaron menos ansiedad y no experimentaron un aumento en la depresión o la preocupación por su memoria en comparación con antes de conocer los resultados.

Sin embargo, a pesar de no dañar su estado psicológico, ambos grupos –tanto quienes recibieron un resultado de riesgo elevado como quienes no– informaron tener menos motivación para mantener sus hábitos saludables en los meses posteriores a recibir la información.

Los autores del estudio alertan contra lo que llaman la «falsa tranquilidad del proceso de comunicación de los resultados». Este hallazgo tiene particular relevancia hoy en día, dado que se están desarrollando y aprobando nuevas drogas anti-amiloide que podrían, en el futuro, ser utilizadas de manera preventiva en individuos de alto riesgo, años antes de que desarrollen síntomas. Si la medicina avanza hacia la detección temprana mediante herramientas como la PET y tratamientos preventivos, entender cómo reacciona la gente a esta información es crucial, especialmente porque se estima que hasta el 45% de los casos de Alzheimer están vinculados a hábitos y estilo de vida modificables.

Aunque conocer el riesgo no sea un golpe para la salud mental, la disminución de la motivación para cuidar el estilo de vida representa un desafío para las estrategias de prevención. Los investigadores enfatizan que, más allá del resultado de los estudios de riesgo, existen muchas acciones que las personas pueden tomar para mantener la salud de su cerebro y cuerpo a medida que envejecen, desde el ejercicio cardiovascular hasta la administración de algunas vacunas. Y la ciencia continúa trabajando para desarrollar más herramientas que ayuden a frenar el deterioro cognitivo en el futuro. La clave, parece, estará en encontrar formas efectivas de comunicar el riesgo que no socaven el esfuerzo individual por la prevención.