¿Estrés en mascotas? Aprende a detectarlo
Nuestros animales de compañía también sufren de estrés. Aprender a reconocer los síntomas es crucial para garantizar su bienestar físico y emocional.

En el ajetreo de la vida moderna, a menudo olvidamos que nuestros fieles compañeros de cuatro patas también pueden verse afectados por el estrés. Ya sea por cambios en el hogar, ruidos fuertes o incluso la ausencia de sus dueños, las mascotas experimentan ansiedad que, si no se detecta a tiempo, puede derivar en problemas de salud y comportamiento. Como dueños responsables, es fundamental estar atentos a las señales que nos indican que nuestro animal necesita ayuda.
Lenguaje Corporal Revelador:
Los perros y gatos, principalmente, manifiestan su estrés a través de su lenguaje corporal. En los perros, señales como el jadeo excesivo sin motivo aparente, el bostezo frecuente, el pelo erizado en el lomo, la cola baja o metida entre las patas, y las orejas hacia atrás pueden ser indicativos de malestar. También pueden mostrarse más inquietos de lo normal, con movimientos repetitivos, o volverse destructivos, mordiendo objetos que antes no tocaban.
En los gatos, el estrés puede manifestarse de forma más sutil. Un gato estresado puede esconderse más de lo habitual, mostrarse más irritable o agresivo, incluso con sus dueños. También es común observar un acicalamiento excesivo que puede llevar a la pérdida de pelo, o por el contrario, una disminución en su higiene personal. Cambios en sus hábitos de eliminación, como orinar o defecar fuera de la caja de arena, también son una señal de alerta.
Otros Síntomas a Tener en Cuenta:
Más allá del lenguaje corporal, existen otros síntomas que pueden indicar estrés en las mascotas:
- Cambios en el apetito: Algunas mascotas pueden dejar de comer por completo, mientras que otras pueden mostrar un aumento repentino del apetito.
- Alteraciones del sueño: Pueden tener dificultades para dormir, mostrarse más inquietas durante la noche o dormir en exceso como mecanismo de escape.
- Vocalizaciones excesivas: Ladridos, maullidos o gemidos fuera de lo común pueden ser una forma de expresar su angustia.
- Aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria: En situaciones puntuales de estrés, es normal que su ritmo cardíaco y respiratorio se aceleren, pero si esto ocurre de forma constante, puede ser un problema.
- Problemas digestivos: Vómitos o diarrea pueden estar relacionados con el estrés crónico.
¿Qué hacer si detectas estrés?
Si observas alguno de estos signos en tu mascota, es importante tomar medidas para identificar la causa del estrés y ayudarle a manejarlo.
- Identifica el desencadenante: ¿Ha habido cambios recientes en el hogar? ¿Ruidos fuertes? ¿Nuevas mascotas o personas?
- Brinda un ambiente seguro: Asegúrate de que tu mascota tenga un lugar tranquilo y seguro donde pueda retirarse cuando se sienta abrumada.
- Mantén una rutina estable: Los animales se sienten más seguros con rutinas predecibles en cuanto a alimentación, paseos y juego.
- Aumenta el ejercicio y el juego: La actividad física ayuda a liberar energía y reducir el estrés.
- Considera la ayuda profesional: Si el estrés persiste o empeora, consulta con tu veterinario. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a un especialista en comportamiento animal.
Prestar atención a las señales de estrés de nuestras mascotas y actuar a tiempo es fundamental para garantizar su calidad de vida. Un ambiente tranquilo, cariño y comprensión son las mejores herramientas para ayudar a nuestros compañeros peludos a vivir una vida plena y feliz.