Nerviosismo cambiario: El dólar blue se dispara, las reservas caen y el riesgo país se eleva

La cotización paralela de la divisa estadounidense alcanza su máximo en ocho meses, mientras el Banco Central interviene para contener la demanda y el clima financiero se enrarece ante la incertidumbre.

Las alarmas financieras volvieron a encenderse en la city porteña con una marcada tendencia alcista del dólar blue. La cotización informal de la divisa estadounidense cerró este jueves en 1365 pesos, acumulando su tercera suba en las últimas cuatro jornadas y alcanzando su valor más alto desde hace ocho meses. Este incremento amplió la brecha cambiaria con el dólar oficial al 26,7 por ciento, un claro reflejo de la creciente desconfianza en la estabilidad económica del país.

En paralelo, el Banco Central (BCRA) se vio obligado a intervenir en el mercado de cambios, vendiendo 62 millones de dólares para intentar contener la presión sobre el tipo de cambio. Esta acción tuvo un impacto directo en las reservas internacionales, que sufrieron una merma de 21 millones de dólares, ubicándose en 24.712 millones de dólares. En las últimas cuatro semanas, el BCRA ya se desprendió de un total de 2100 millones de dólares, en un contexto marcado por la incertidumbre sobre el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial y la tensión en los contratos de dólar futuro.

El clima de volatilidad también se extendió al riesgo país, que experimentó un incremento del 1,1 por ciento este jueves, alcanzando los 899 puntos básicos, según la medición del banco JP Morgan. Este indicador, que mide el diferencial de rendimiento entre los bonos argentinos y los del Tesoro de Estados Unidos, es un termómetro clave de la percepción de riesgo por parte de los inversores internacionales. Su aumento sugiere una mayor cautela y anticipa posibles dificultades para Argentina en su intento de regresar a los mercados de deuda externa.

La tendencia negativa no se limitó al mercado cambiario. Las acciones y los bonos argentinos también sufrieron el impacto de la incertidumbre. Tras un breve respiro el miércoles, impulsado por noticias internacionales, los mercados estadounidenses experimentaron fuertes caídas, arrastrando consigo a los activos de países emergentes, incluyendo Argentina.

Los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Nueva York se vieron particularmente afectados, con retrocesos de hasta casi el 8 por ciento. Las mayores bajas se registraron en los papeles de YPF (-7,8 por ciento), Edenor (-6,9 por ciento) y Loma Negra (-6,6 por ciento). A nivel local, el índice S&P Merval cerró con una caída del 3,3 por ciento. En el segmento de renta fija, los bonos en dólares también sufrieron pérdidas significativas, con el Bonar 2029 cayendo un 3,6 por ciento.

En medio de este panorama complejo, llegó una noticia que podría ofrecer cierto alivio: el Banco Central anunció la renovación por doce meses más del swap de monedas con China. Este acuerdo bilateral con el Banco Popular de China (PBOC) implica que el tramo activado del swap, equivalente a 5 mil millones de dólares, seguirá disponible hasta mediados de 2026. Esta extensión, que revierte una tendencia de reducción gradual, permitirá al BCRA contar con un respaldo para sostener las reservas y mitigar riesgos en su transición hacia un nuevo régimen monetario y cambiario.

El swap total con China asciende actualmente a unos 16.700 millones de dólares, representando una porción significativa de las reservas brutas del Banco Central. La renovación se produce en un contexto de tensiones geopolíticas, luego de que China rechazara las presiones de Estados Unidos para que Argentina cortara este vínculo financiero.

En una señal de respaldo desde otra orilla, el próximo 14 de abril visitará Buenos Aires el secretario del Tesoro estadounidense, una figura cercana a Donald Trump, para reunirse con el presidente Javier Milei. Este encuentro representa un apoyo explícito de la administración republicana al programa económico del actual gobierno argentino.

La visita, calificada como una «grata sorpresa» desde la Casa Rosada, pone de manifiesto el interés de Washington en seguir de cerca la evolución económica y financiera de Argentina. Este encuentro se suma a la reciente renovación del swap con China, configurando un panorama económico con señales mixtas y desafíos persistentes para la estabilidad cambiaria y la recuperación de la confianza de los inversores.