La Señora Harris llega a Netflix para iluminar la pantalla

La aclamada comedia dramática de 2022, protagonizada por Lesley Manville, arriba a la plataforma con una entrañable historia sobre perseguir sueños, ambientada entre el Londres de posguerra y el deslumbrante París de los años 50.

En un panorama de streaming a menudo saturado de thrillers intensos y dramas complejos, Netflix acaba de incorporar a su catálogo una propuesta que actúa como un bálsamo: la encantadora película británica «La señora Harris va a París» (Mrs. Harris Goes to Paris). Estrenada originalmente en cines en 2022 y dirigida por Anthony Fabian, esta comedia dramática, basada en la novela de Paul Gallico, ya se encuentra disponible para los suscriptores. La cinta narra la improbable pero conmovedora odisea de Ada Harris (interpretada por una magnífica Lesley Manville), una limpiadora londinense de la posguerra que, tras quedar fascinada por un vestido de alta costura, decide embarcarse en la aventura de viajar a París para adquirir su propio diseño de Christian Dior.

El corazón del relato reside en su protagonista, Ada Harris. Lesley Manville («El hilo fantasma», «The Crown») da vida con una calidez arrolladora a esta viuda de clase trabajadora, cuya vida transcurre limpiando hogares ajenos en el austero Londres de la posguerra. Ada es presentada como una mujer sencilla y resiliente, que no suele quejarse pese a las limitaciones de su existencia. Sin embargo, la visión de un exquisito vestido de Dior en la casa de una clienta despierta en ella un anhelo inesperado pero profundo: poseer una creación similar. Este deseo, que podría parecer frívolo, se transforma en el catalizador de una misión personal, llevándola a ahorrar meticulosamente para financiar su sueño parisino.

El viaje a la capital francesa se despliega como un cuento moderno lleno de desafíos y momentos entrañables. Ada arriba sin conocer el idioma y con el dinero justo, pero suple estas carencias con una determinación inquebrantable, una amabilidad natural y un sentido del humor que le permiten sortear obstáculos y conectar con quienes la rodean. En su camino, se cruza con un elenco de personajes secundarios que añaden color y profundidad a la historia: desde el noble Marqués de Chassagne (Lambert Wilson) hasta una solícita empleada de la casa Dior (Alba Baptista), pasando por la inicialmente rígida directora de la firma, Claudine Colbert, interpretada por la icónica Isabelle Huppert, quien encarna las barreras sociales que Ada debe enfrentar con su encanto particular.

Uno de los mayores aciertos del filme es el delicado equilibrio que mantiene el director Anthony Fabian entre la comedia ligera y un drama sutil, evitando caer en el sentimentalismo excesivo. La narrativa fluye con sensibilidad, permitiendo que el carisma de Manville impregne cada escena. La producción destaca también por su cuidada ambientación, que transporta al espectador desde los barrios obreros de Londres hasta la opulencia del atelier Dior en el París de los años 50. Los vestidos de la casa de modas, recreados con esmero, no son meros accesorios; actúan como símbolos visuales del poder transformador de la belleza y la búsqueda de la felicidad personal.

Aunque «La señora Harris va a París» no se convirtió en un éxito masivo de taquilla tras su estreno en 2022, sí cosechó cálidas críticas que elogiaron precisamente su espíritu optimista, su capacidad para generar bienestar («feel-good movie») y la sobresaliente actuación de su protagonista. La película resuena con temas universales como la persecución de los sueños tardíos, la importancia de las segundas oportunidades y la capacidad de encontrar la belleza y la conexión humana en circunstancias inesperadas.

Con una duración de 111 minutos, «La señora Harris va a París» se erige como una opción altamente recomendable dentro del catálogo actual de Netflix para aquellos espectadores que busquen una historia humana, inspiradora y visualmente gratificante. Es una celebración de la perseverancia, la bondad y la idea de que nunca es tarde para perseguir un deseo, por inalcanzable que parezca. Una joya cinematográfica que deja una sensación reconfortante y una sonrisa duradera.