El 2024 marcó un récord histórico de calor y alarma climática
Las temperaturas globales alcanzaron un punto crítico en 2024, consolidándose como el año más caluroso desde que existen registros. El fenómeno se atribuye al incremento sostenido de gases de efecto invernadero y la transición de La Niña a El Niño. Además, eventos climáticos extremos provocaron desplazamientos masivos sin precedentes.

El reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reveló que 2024 superó por primera vez el límite de 1,5 °C sobre los niveles preindustriales. Con una temperatura media global cercana a los 1,55 °C por encima de la media de 1850-1900, la cifra confirma la tendencia alarmante del calentamiento global. Esta evidencia científica desmiente discursos negacionistas, como los del presidente argentino Javier Milei, quien ha minimizado el cambio climático y reducido el presupuesto destinado a políticas medioambientales.
El informe, publicado en la antesala del Día Mundial de los Glaciares, el Día Mundial del Agua y el Día Meteorológico Mundial, expone que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó los niveles más altos en 800.000 años. En los últimos ocho años, los océanos han registrado temperaturas récord, con un ritmo de aumento del nivel del mar que se ha duplicado desde el inicio de las mediciones satelitales.
El calentamiento global a largo plazo se estima actualmente entre 1,34 y 1,41 °C en comparación con los niveles preindustriales. Ante este panorama, el Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió sobre las «señales de socorro» del planeta e instó a los líderes mundiales a tomar medidas urgentes para contener el aumento de la temperatura dentro del límite de 1,5 °C. «Aprovechar las energías renovables baratas y limpias es clave para el bienestar de las economías y la población», sostuvo Guterres.
El informe también destaca que otros factores pudieron haber exacerbado el aumento de temperatura en 2024, como variaciones en el ciclo solar, una erupción volcánica de gran magnitud y la reducción de aerosoles refrigerantes. En paralelo, la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, alertó que los glaciares continúan en retroceso y el hielo marino de la Antártida registró su segunda extensión más baja. «La criosfera está perdiéndose a un ritmo alarmante, mientras los eventos climáticos extremos siguen causando estragos», subrayó.
Entre los fenómenos meteorológicos adversos más devastadores de 2024 se incluyen ciclones tropicales, inundaciones y sequías, que derivaron en el mayor número de desplazamientos humanos en los últimos 16 años. Estos eventos también agravaron las crisis alimentarias y generaron pérdidas económicas millonarias. Como respuesta, la OMM intensifica esfuerzos para fortalecer los sistemas de alerta temprana y los servicios climáticos, con el objetivo de mejorar la resiliencia de la sociedad ante los desastres naturales.
Si bien un solo año con temperaturas superiores a 1,5 °C no implica que se haya incumplido el Acuerdo de París, la tendencia refuerza la urgencia de acción climática. Cada fracción de grado que aumente la temperatura global conlleva mayores riesgos para la biodiversidad, las economías y la supervivencia humana. Frente a esta realidad, la comunidad internacional enfrenta el desafío de intensificar sus compromisos para mitigar los efectos del cambio climático y proteger el futuro del planeta.