La criptoestafa del siglo: allanaron la caja de seguridad de Novelli y estaba vacía
La Justicia sigue tras la pista de la estafa con la criptomoneda $LIBRA, el token promocionado por Javier Milei. En un nuevo allanamiento, se encontraron con una caja de seguridad de lujo... vacía.

El escándalo de la criptomoneda $LIBRA suma un nuevo capítulo digno de un thriller financiero. La Justicia ordenó el allanamiento de la caja de seguridad de Mauricio Novelli, consultor y empresario vinculado al fraude, y lo que encontraron (o mejor dicho, lo que no encontraron) fue tan impactante como revelador: la caja estaba completamente vacía.
La investigación sobre $LIBRA está en manos del fiscal Eduardo Taiano y la jueza federal María Servini. El allanamiento se realizó en el Banco Galicia, donde Novelli tenía una caja de seguridad reservada. Y aquí surge la gran pregunta: ¿qué sentido tiene pagar una caja de seguridad costosa y con alta demanda si no hay nada dentro? ¿Cuánto tiempo tuvo para vaciarla antes de que la Justicia llegara? Misterio.
Novelli, organizador del evento Tech Forum, fue clave en el entramado de $LIBRA. Fue en este exclusivo encuentro donde Milei conoció a los cerebros detrás del fraude. Pero los allanamientos no terminan con él. La Justicia también revisó su domicilio, la sede de Tech Forum y la casa de Sergio Morales, exasesor de la Comisión Nacional de Valores que, ante la tormenta, presentó su renuncia. En cada operativo se incautaron computadoras y teléfonos, buscando las piezas que faltan en este rompecabezas de millones perdidos.
Mientras la investigación avanza, el creador del fraude, Hayden Mark Davis, sigue haciendo de las suyas. No contento con el colapso de $LIBRA, el empresario norteamericano lanzó en secreto otro token, $WOLF. Y, como era de esperarse, repitió la misma fórmula de engaño: infló el precio con promoción agresiva, atrajo inversores incautos y, en apenas dos días, el token se desplomó de manera estrepitosa. Un fraude calcado.
Davis, de 35 años y CEO de Kelsier Ventures, está bajo la lupa de la Justicia internacional y podría enfrentar una alerta roja de Interpol en cualquier momento. Pero mientras la maquinaria judicial se mueve con la velocidad de un caracol, él sigue operando en la sombra. Su último «homenaje» al Lobo de Wall Street, Jordan Belfort (quien también visitó a Milei), deja en claro su estilo de negocios: estafar y desaparecer antes del derrumbe.
La pregunta inevitable es: ¿hasta dónde llega esta red? ¿Qué responsabilidad tiene el presidente en la promoción de un esquema que vació los bolsillos de cientos de inversores? El telón de esta tragicomedia financiera todavía no ha caído, pero las pistas apuntan a que los protagonistas de la historia no son simples actores secundarios.