Reacher 3: un nuevo enemigo y una temporada que tarda en arrancar

La tercera entrega de la serie de Prime Video introduce a Jack Reacher en una trama de infiltración con la DEA, aunque los primeros episodios carecen de la intensidad esperada.

Después de tres años desde su debut, «Reacher» se ha consolidado como una de las series de acción más populares de Prime Video. Basada en los libros de Lee Child y desarrollada por Nick Santora, esta producción sigue la historia de Jack Reacher, un exjefe de la Policía Militar con una habilidad innata para resolver problemas y una lealtad inquebrantable. Sin embargo, la tercera temporada, que ya estrenó sus primeros tres episodios, parece tomarse su tiempo para arrancar con la dosis de acción que sus seguidores esperan.

En esta nueva entrega, Reacher, interpretado por Alan Ritchson, se encuentra en Abbottsville, Maine, intentando vender una vieja caja de vinilos cuando presencia el intento de secuestro de un joven. Lo que parece un acto criminal más resulta ser una estrategia de la DEA, liderada por la agente Susan Duffy, para infiltrarse en la organización de Zachary Beck, un empresario vinculado al tráfico de drogas. Reacher se une a la operación con su propio objetivo en mente: encontrar a Francis Xavier Quinn, un hombre que creía muerto.

A diferencia de las temporadas anteriores, esta nueva historia introduce a Reacher en una misión encubierta que lo obliga a jugar con los límites de la confianza. Mientras se infiltra en la familia Beck, debe lidiar con las sospechas del jefe de seguridad, Chapman Duke, y con Paulie, un adversario físicamente superior interpretado por Olivier Richters. La tensión entre el protagonista y sus aliados de la DEA se refuerza con un humor negro y dinámicas que prometen desarrollarse a lo largo de la temporada.

Sin embargo, los primeros episodios presentan un ritmo más pausado que en entregas anteriores. Aunque hay escenas de acción bien coreografiadas, estas se sienten escasas en comparación con la intensidad a la que la serie tenía acostumbrada a su audiencia. La introducción de nuevos personajes y el desarrollo de la misión de Reacher sugieren que la trama cobrará mayor fuerza en los próximos episodios, pero por ahora, la serie parece estar tomándose su tiempo para desplegar todo su potencial.

El desarrollo de la relación entre Reacher y Duffy aporta un matiz interesante a la temporada. La química entre ambos personajes se construye a partir de diálogos mordaces y un juego de tensiones que insinúa un posible vínculo más profundo. Este recurso, utilizado en temporadas anteriores con otros personajes femeninos, vuelve a aparecer como un ingrediente que equilibra la acción con momentos de interacción más personales.

En conclusión, la tercera temporada de «Reacher» ofrece una premisa atractiva con su enfoque en la infiltración y las alianzas estratégicas, pero su inicio carece del dinamismo característico de la serie. Con la promesa de más enfrentamientos y revelaciones en los próximos episodios, los seguidores deberán esperar para ver si esta entrega logra igualar el impacto de sus predecesoras.