El poder de la música en la concentración y el trabajo

Un estudio de Harvard confirma que escuchar canciones favoritas mejora el enfoque y la productividad.

En un mundo donde las distracciones son constantes, encontrar la manera de mejorar la concentración y el rendimiento laboral es una prioridad para muchos. La música ha sido una aliada tradicional en este aspecto, pero un estudio reciente de la Universidad de Harvard revela que no cualquier tipo de melodía es efectiva: las canciones favoritas de cada persona juegan un papel clave en la mejora del enfoque y la productividad.

Según la investigación, el vínculo emocional con determinadas canciones potencia la atención y sincroniza el ritmo de trabajo con el ritmo de la música. Esto se debe a que las melodías conocidas activan áreas cerebrales responsables del movimiento y la emoción, reduciendo el estrés y bloqueando distracciones externas. Aunque tradicionalmente se ha recomendado la música instrumental o sin letra para estudiar o trabajar, los científicos concluyeron que la familiaridad con una canción puede ser un factor más determinante que su género o composición.

El estudio también destaca que la música con ritmos suaves y constantes puede ser particularmente beneficiosa, ya que facilita la concentración sin generar alteraciones en el estado de ánimo. Sin embargo, también se advirtió que el volumen es un factor clave: escuchar canciones a un nivel demasiado alto podría tener el efecto contrario, generando distracción en lugar de enfoque.

Estos hallazgos refuerzan la idea de que la música no es solo un entretenimiento, sino una herramienta poderosa para optimizar el rendimiento en entornos de trabajo y estudio. En definitiva, cantar mientras se trabaja podría no ser tan mala idea: además de mejorar el estado de ánimo, puede potenciar la productividad de una manera que la ciencia ya ha comenzado a respaldar.