La meditación como aliada de la memoria: un estudio revela sus beneficios
Una investigación reciente destaca cómo la práctica meditativa puede potenciar la memoria y contribuir al tratamiento de trastornos emocionales.

La meditación es ampliamente reconocida por sus efectos positivos en el bienestar mental y la regulación emocional. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de la Icahn School of Medicine at Mount Sinai, en Estados Unidos, ha revelado que esta práctica también podría desempeñar un papel clave en la mejora de la memoria, gracias a su impacto en regiones cerebrales profundas.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), muestra cómo la meditación influye en la actividad de la amígdala y el hipocampo, dos áreas cerebrales fundamentales en la regulación emocional y la memoria. Estos hallazgos abren la puerta a nuevas estrategias terapéuticas basadas en la meditación para mejorar funciones cognitivas y tratar afecciones como la depresión y la ansiedad.
A diferencia de estudios previos que se centraban en las conexiones cerebrales superficiales, esta investigación empleó técnicas avanzadas, como registros de electroencefalogramas (EEG) intracraneales. Dichos registros fueron obtenidos de pacientes con epilepsia resistente a medicamentos, quienes contaban con dispositivos implantados que permitieron medir directamente la actividad neuronal en la amígdala y el hipocampo.
Los investigadores analizaron a ocho pacientes que nunca habían practicado meditación y los sometieron a sesiones guiadas de cinco minutos de «bondad amorosa», una técnica meditativa basada en pensamientos positivos hacia uno mismo y los demás. Los resultados fueron significativos: se observaron cambios en las ondas cerebrales beta y gamma, las cuales están directamente relacionadas con la función cognitiva y que, en muchos casos, se encuentran alteradas en trastornos como la ansiedad y la depresión.
Uno de los aspectos más innovadores del estudio es su metodología, que utilizó técnicas invasivas avanzadas para obtener mediciones de alta precisión. Además, las sesiones se realizaron en un ambiente naturalista, diseñado para minimizar distracciones y maximizar la relajación, lo que refuerza la validez de los resultados obtenidos.
Estos hallazgos refuerzan la creciente evidencia científica sobre los beneficios de la meditación en la salud mental y cognitiva. Investigaciones anteriores ya habían señalado su impacto en la reducción del estrés y la mejora de la concentración, pero este estudio va un paso más allá al demostrar su influencia en áreas profundas del cerebro relacionadas con la memoria y la regulación emocional.
En términos prácticos, los expertos sugieren que incorporar la meditación a la rutina diaria podría ser una estrategia eficaz no solo para quienes buscan reducir el estrés, sino también para mejorar la memoria y prevenir el deterioro cognitivo. «Este estudio proporciona una base científica sólida para el uso de la meditación como una herramienta terapéutica en el ámbito neurológico», destacaron los investigadores.
A medida que avanza la investigación en neurociencia, se espera que estudios futuros amplíen esta línea de trabajo, analizando el impacto de la meditación en poblaciones más amplias y durante períodos de práctica más prolongados. Mientras tanto, estos resultados ya representan un gran avance en la comprensión de cómo la mente y el cerebro pueden beneficiarse de una práctica tan milenaria como la meditación.
En definitiva, la ciencia sigue descubriendo los múltiples beneficios de la meditación, consolidándola como una herramienta poderosa no solo para el bienestar emocional, sino también para la mejora de la memoria y la función cognitiva en general. Con estos hallazgos, la meditación deja de ser solo una práctica de relajación para posicionarse como una estrategia clave en la salud mental y neurológica.