Docentes anuncian paro nacional y peligran las clases en 2025

Los gremios docentes confirmaron dos jornadas de paro nacional debido a la falta de negociaciones paritarias, lo que podría afectar el inicio del ciclo lectivo en varias provincias.

Los sindicatos de la educación nucleados en la CGT, entre ellos la Unión Docentes Argentinos (UDA), la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) y la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), anunciaron medidas de fuerza para el 24 de febrero y el 5 de marzo de 2025. La decisión responde a la ausencia de negociaciones salariales desde julio de 2024, cuando el Gobierno fijó de manera unilateral un salario mínimo docente de $420.000, cifra que hoy se encuentra por debajo de la línea de indigencia.

«No aceptamos la propuesta del Gobierno y firmaron una resolución imponiéndola sin discusión», denunció Sergio Romero, titular de UDA, subrayando la falta de diálogo entre las partes.

El paro tendrá un impacto significativo en al menos 19 provincias, afectando el comienzo de clases en distintas jurisdicciones. En distritos como Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, las actividades escolares estaban programadas para el 24 de febrero. En tanto, Buenos Aires, Catamarca, La Rioja, Misiones, Río Negro, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán tenían previsto iniciar el ciclo lectivo el 5 de marzo.

Ante la creciente tensión, el Gobierno convocó a la Mesa del Salario Mínimo Docente para el 24 de febrero a las 15 horas en la Secretaría de Trabajo. La reunión contará con la participación de gremios nacionales, ministros provinciales de Educación y representantes de escuelas privadas, en un intento de destrabar el conflicto antes de la fecha establecida para el paro.

Desde los sindicatos advierten que, de no lograrse avances concretos en la negociación, las medidas de fuerza podrían extenderse a lo largo del año. «Si el Gobierno sigue negándose al diálogo, el conflicto va a continuar», advirtió Romero, dejando abierta la posibilidad de nuevos paros y movilizaciones.

El escenario plantea un desafío no solo para los docentes, sino también para miles de familias que esperan el inicio de clases con incertidumbre. Con un sector educativo cada vez más movilizado, el desenlace del conflicto dependerá de la capacidad de ambas partes para alcanzar un acuerdo que garantice salarios dignos y el normal desarrollo del ciclo lectivo.