Escándalo: la entrevista de Milei estaba arreglada desde el inicio
La filtración de un fragmento inédito de la entrevista de Jonatan Viale a Javier Milei confirmó lo que muchos sospechaban: todo estaba arreglado. Un asesor presidencial interrumpió la grabación para modificar una pregunta comprometedora sobre la estafa cripto de $LIBRA, revelando la manipulación de la entrevista.
En medio de la polémica por la promoción de la criptomoneda $LIBRA en redes sociales, Milei intentó defenderse en una entrevista con Viale. En ella, el mandatario afirmó que solo «difundió» el proyecto y hasta culpó a las víctimas. Sin embargo, el video filtrado mostró cómo su asesor, Santiago Caputo, interrumpió abruptamente la grabación para evitar una pregunta que podía traerle problemas judiciales.
El episodio se produjo justo después de que Milei y Viale ironizaran sobre «pactar preguntas». Cuando el periodista preguntó si el presidente monitorearía la causa judicial, Milei respondió que el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, se encargaría del asunto. En ese momento, Caputo irrumpió en el set para detener la grabación y darle instrucciones a Milei, dejando en evidencia que todo estaba controlado desde el inicio.
Las imágenes muestran cómo Viale, lejos de cuestionar la intervención, accedió de inmediato a eliminar el fragmento y seguir la nueva dirección impuesta. Después de la interrupción, Milei ordenó reformular la pregunta sobre $LIBRA, y Viale obedeció sin objeciones. Aunque esta parte no fue emitida en TN, el video completo se transmitió en vivo por YouTube y posteriormente fue viralizado en redes sociales, desatando un nuevo escándalo.
1.
Así le dan órdenes a @JonatanVialeNunca vi algo como esto.
Frena la conversación porque le dicen que puede complicar judicialmente a @JMilei . Eso es encubrimiento.Y queda todo grabado.
Vean hasta el final.Así manejan a sus comunicadores institucionales. Dejen de… pic.twitter.com/LFFE0Ubkp2
— ari lijalad (@arilijalad) February 18, 2025
Este episodio expone un intento claro de controlar la información y pone en duda la independencia de ciertos medios de comunicación. La complicidad en la edición de la entrevista refuerza la percepción de que no fue una conversación espontánea, sino un montaje calculado para proteger al presidente de un posible escándalo judicial.
