Pymes en crisis: el Gobierno frente a un año decisivo

El 2024 cerró con cifras alarmantes para las Pymes, evidenciando un retroceso que el Gobierno no supo contener. Ahora, estas empresas exigen medidas concretas para evitar otro año perdido.

Un 2024 de promesas incumplidas
Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) finalizaron 2024 con una caída acumulada del 9,8% en su actividad manufacturera, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). A pesar de un leve repunte del 7,3% interanual en diciembre, la situación es crítica. La capacidad instalada, que promedió un bajo 62%, refleja la falta de políticas efectivas para sostener al sector productivo.

El diagnóstico es claro: el Gobierno no estuvo a la altura de las circunstancias. Medidas aisladas y tardías no lograron paliar los altos costos de producción, el escaso acceso al crédito y la persistente caída en las ventas. Mientras tanto, las Pymes acumulan pérdidas, cierran líneas de producción y ven cómo se desploman sus perspectivas de crecimiento.

Reclamos ignorados: el costo de la inacción
La principal exigencia de las Pymes es una reducción urgente de la carga impositiva, un pedido que se repite año tras año sin respuestas concretas. Según CAME, el 64,9% de los encuestados identifica esta medida como prioritaria para el corto plazo. Sin embargo, el Gobierno ha optado por mantener una presión fiscal asfixiante que, lejos de fomentar la inversión, hunde aún más a los sectores productivos.

A esto se suma la falta de políticas orientadas a estimular la demanda interna, un reclamo planteado por el 11,2% de los empresarios, y la necesidad de simplificar trámites burocráticos, que sigue siendo una deuda pendiente. Mientras tanto, la administración se muestra más preocupada por sostener discursos que por implementar acciones concretas.

Estragos en los sectores productivos
La incapacidad del Gobierno para abordar las problemáticas de fondo impacta directamente en los sectores más golpeados, como el metalmecánico, la maquinaria, el transporte y la industria química. En estos rubros, las dificultades para pagar salarios y sostener la producción alcanzan niveles críticos.

Frente a esta realidad, las Pymes no han tenido otra opción que recurrir a estrategias desesperadas: un 32,9% diversificó productos para sobrevivir, mientras que un 21,6% redujo gastos operativos, incluso paralizando la producción en muchos casos. Estas decisiones no reflejan innovación, sino la necesidad de evitar el colapso ante la inacción gubernamental.

Un llamado urgente a la acción
El 2025 no puede ser otro año de excusas. Las Pymes exigen, con razón, un cambio profundo en las políticas económicas. Sin medidas contundentes, como una verdadera reforma fiscal, incentivos al consumo y un acceso real al crédito, el sector seguirá siendo víctima de la negligencia gubernamental. Es hora de que el Gobierno deje de mirar hacia otro lado y enfrente su responsabilidad con quienes generan trabajo y sostienen la economía nacional.