El Ojo: el misterioso islote flotante que desconcierta a Argentina

Un fenómeno natural único que desafía a la ciencia, alimenta mitos y despierta el interés internacional.

Un misterio en el corazón del Delta

En el Delta del Paraná, al norte de Buenos Aires, se encuentra un fenómeno natural que sigue siendo un enigma: ‘El Ojo’, una isla circular con un diámetro de 118 metros que parece flotar y girar sobre el agua. Documentado por primera vez en 2003, este islote ha capturado la atención de científicos, investigadores y curiosos de todo el mundo.

Lo que hace único a ‘El Ojo’ no es solo su forma circular casi perfecta, sino también su movimiento continuo y la sorprendente claridad del agua que lo rodea. Los intentos por explicar su origen han generado hipótesis que abarcan desde acumulación de vegetación flotante hasta fenómenos subterráneos, pero ninguna teoría ha logrado resolver completamente el misterio.

Las teorías detrás del fenómeno

Expertos han sugerido que corrientes subterráneas, procesos de erosión y sedimentos acumulados podrían ser responsables del comportamiento de la isla. Otra teoría plantea que gases, como el metano liberado desde el fondo del delta, podrían estar impulsando su movimiento. Sin embargo, la precisión geométrica de su forma y su constante rotación han mantenido la incógnita abierta.

Además, las investigaciones enfrentan desafíos logísticos. En 2016, una expedición financiada por cineastas estadounidenses buscaba explorar el lugar a fondo, pero la falta de recursos y la dificultad para acceder a la zona frustraron el proyecto. La densidad del follaje y el terreno pantanoso del delta dificultan cualquier esfuerzo por estudiar a fondo este peculiar islote.

Leyendas y paralelismos

El misterio de ‘El Ojo’ ha inspirado múltiples teorías no científicas. Algunas versiones lo vinculan con fenómenos paranormales, como avistamientos de luces en el cielo, sugiriendo incluso que podría ser una puerta hacia otra dimensión. Las leyendas locales hablan de espíritus guardianes del delta, mientras que otros lo consideran un fenómeno sin explicación natural.

A nivel internacional, este caso se compara con formaciones similares como los discos de hielo flotante observados en ríos de Estados Unidos. Sin embargo, las similitudes son parciales y no logran esclarecer el comportamiento único de ‘El Ojo’.

Conclusión

‘El Ojo’ sigue siendo un símbolo de lo inexplicado, un recordatorio de que la naturaleza aún guarda secretos. Su enigma mezcla ciencia, mito y fascinación, planteando preguntas no solo sobre su origen, sino también sobre cómo el hombre se relaciona con lo desconocido. Mientras tanto, sigue esperando que alguien pueda descifrar su misterio.