El «granero del mundo» en crisis: las políticas del gobierno disparan las importaciones de alimentos

Las importaciones crecieron un 82% interanual. La desregulación comercial y el dólar barato impulsaron la llegada de productos básicos como zanahorias, tomates y hasta yerba mate.

Un paradigma en crisis

La Argentina, históricamente conocida como el “granero del mundo” por sus exportaciones de cereales y carnes a finales del siglo XIX, enfrenta un panorama que desafía esa identidad. Durante 2024, las importaciones de alimentos y bebidas se duplicaron, pasando de U$S 122 millones en junio a U$S 242 millones en diciembre. Este fenómeno incluye productos básicos como zanahorias, tomates, limones, vino y hasta yerba mate, emblema de la cultura local.

El Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA), liderado por el exministro de Agricultura Julián Domínguez, expuso en un informe que el crecimiento interanual de las importaciones pasó del 61% a mediados de año al 82% a fines de 2024. El reporte destaca que los productos ingresados abarcan tanto alimentos para el consumo directo como insumos para la industria. Se excluyen las importaciones temporales de soja, destinadas a la reexportación como subproductos con valor agregado.

Impacto en las economías regionales

El informe del IDAA revela cifras impactantes, como un aumento de hasta 70 veces en el volumen de productos como tomates, cebollas y zanahorias, mayoritariamente provenientes de países limítrofes. Estos incrementos afectan directamente a las economías regionales, que enfrentan una competencia desleal debido al tipo de cambio retrasado y a la desregulación del comercio exterior.

“Son las condiciones macroeconómicas y la política desregulatoria las que explican este comportamiento del mercado”, señala el IDAA. El informe también alerta que esta tendencia podría intensificarse en 2025, afectando a los sectores productivos locales, cuyos precios quedan arbitrados por la paridad de importación en lugar de los costos de producción.

Políticas que profundizan el problema

El decreto 35/25, oficializado esta semana, elimina registros y autorizaciones para la importación de alimentos provenientes de países de “alta vigilancia”, aceptando los controles sanitarios de origen. Esta medida, impulsada por el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, busca “alimentos más baratos para los argentinos”, según sus declaraciones en redes sociales.

Sin embargo, los sectores productivos advierten que estas políticas incrementan la dependencia del país respecto a insumos extranjeros y ponen en riesgo miles de empleos en las economías regionales.