Científicos descubren un «cronómetro de mortalidad» celular

Un hallazgo sobre el tamaño del nucléolo podría revolucionar los tratamientos para combatir el envejecimiento y extender la vida celular, abriendo puertas a nuevas terapias contra enfermedades relacionadas con la edad.

Investigadores de Weill Cornell Medicine han identificado un factor clave que determina el tiempo de vida de una célula: el tamaño del nucléolo, una pequeña estructura en el núcleo celular. Este descubrimiento, publicado en Nature Aging, sugiere que controlar esta característica podría retrasar el envejecimiento celular y prevenir enfermedades como el cáncer, afecciones cardíacas y trastornos neurodegenerativos.

El estudio se basó en investigaciones realizadas en levaduras, organismos unicelulares que comparten similitudes celulares con los humanos. Según los científicos, el nucléolo, responsable de la producción de proteínas, juega un papel crucial en el envejecimiento. A medida que envejecemos, esta estructura tiende a expandirse, afectando la estabilidad del ADN ribosómico (ADNr) y acelerando el deterioro celular.

La Dra. Jessica Tyler, autora principal del estudio, destaca que «el envejecimiento es el principal factor de riesgo para numerosas enfermedades. Retrasarlo podría ser una solución integral en lugar de tratar cada enfermedad de forma aislada».

Los investigadores probaron una hipótesis innovadora: mantener el tamaño del nucléolo pequeño podría emular los efectos de estrategias antienvejecimiento como la restricción calórica. Utilizando métodos experimentales en levaduras, lograron fijar el ADNr al núcleo celular, controlando el tamaño del nucléolo. Los resultados confirmaron que células con nucléolos más pequeños envejecían más lentamente, sugiriendo un enfoque prometedor para extender la vida celular.

Además, los científicos observaron un comportamiento inesperado: los nucléolos no se expanden de forma constante. Durante la mayor parte de la vida de la célula, su tamaño permanece estable. Sin embargo, al alcanzar un umbral crítico, los nucléolos crecen rápidamente, lo que desencadena una serie de eventos que limitan la vida celular a apenas cinco divisiones más. Este fenómeno, descrito como un «cronómetro de mortalidad», marca el inicio del declive celular.

Este hallazgo no solo profundiza nuestra comprensión del envejecimiento, sino que abre nuevas posibilidades para tratamientos contra enfermedades relacionadas con la edad. Los investigadores planean explorar cómo el tamaño del nucléolo afecta a las células madre humanas, esenciales para la regeneración celular.

Si los principios descubiertos en levaduras se confirman en humanos, podríamos estar ante un avance revolucionario en medicina regenerativa y longevidad, marcando un paso crucial hacia una vida más larga y saludable.