Cómo usar el aire acondicionado sin perjudicar la salud respiratoria

Claves para disfrutar del verano sin descuidar el bienestar

El verano trae consigo altas temperaturas que hacen del aire acondicionado un aliado imprescindible en hogares y oficinas. Sin embargo, su uso indebido puede generar problemas en la salud respiratoria debido a cambios bruscos de temperatura, falta de ventilación y acumulación de agentes alergénicos. ¿Cómo equilibrar el confort con el cuidado de nuestra salud?

El aire acondicionado y la salud respiratoria

Aunque los meses de calor suelen ser menos problemáticos para las vías respiratorias que el invierno, el abuso del aire acondicionado puede desencadenar una serie de molestias. Los cambios bruscos de temperatura entre el exterior y el interior pueden irritar las mucosas, mientras que la falta de ventilación y la acumulación de polvo y gérmenes en los filtros del equipo pueden provocar alergias, tos, rinitis o infecciones respiratorias.

La nariz y las vías aéreas superiores están diseñadas para filtrar, calentar y humidificar el aire que respiramos, pero el uso constante del aire acondicionado altera este proceso natural. Como resultado, se pueden presentar sequedad de mucosas, dolor de garganta, broncoespasmos y mayor vulnerabilidad a agentes infecciosos.

Recomendaciones prácticas

Para minimizar estos efectos y garantizar un uso saludable del aire acondicionado, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria ofrece las siguientes sugerencias:

  1. Limpieza y mantenimiento: Asegurarse de limpiar los filtros y realizar un mantenimiento adecuado del equipo al menos una vez al año para reducir la acumulación de alérgenos y gérmenes.
  2. Evitar la exposición directa: Durante el sueño, utilizar funciones específicas como «sleep» para evitar el impacto directo del aire frío durante varias horas.
  3. Ventilar el ambiente: Alternar el uso del aire acondicionado con la ventilación natural para renovar el aire y reducir la sequedad del ambiente.
  4. Regular la temperatura: Mantener el aire acondicionado entre 24 y 26 grados para evitar diferencias extremas con el exterior.
  5. Hidratación constante: Beber suficiente agua o jugos para mantener hidratadas las vías respiratorias y el cuerpo en general.

Bienestar y prevención

Un uso responsable del aire acondicionado no solo mejora el confort, sino que también protege nuestra salud respiratoria. Cada persona puede experimentar distintas necesidades, por lo que es esencial estar atentos a señales de malestar y consultar con un profesional de la salud en caso de molestias. Este verano, la clave está en encontrar un equilibrio entre frescura y bienestar.