El sector frutícola en emergencia: el dilema de tirar 100 millones de kilos de fruta

La crisis económica y la falta de políticas adecuadas colocan al sector frutícola argentino al borde del colapso.

Los productores frutícolas del Alto Valle enfrentan un panorama desolador. Una combinación de factores económicos y estructurales amenaza con dejar sin cosecha alrededor de 100 millones de kilos de manzanas y peras este año, lo que podría significar la desaparición de cientos de pequeños productores y la pérdida de miles de empleos.

“Estamos evaluando si cosechar o no. Los costos superan lo que los exportadores ofrecen, y eso nos deja en una situación imposible”, señala Edgar Artero, productor de Río Negro. La situación refleja años de abandono político, donde los costos crecientes, un dólar planchado, la caída del consumo interno y la disminución de exportaciones han creado una tormenta perfecta.

Cosecha inviable y sobreoferta destructiva

En 2024, las ventas minoristas cayeron un 10%, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), lo que generó un exceso de fruta almacenada. Mantener la fruta en cámaras de frío se ha vuelto insostenible por el aumento de tarifas eléctricas. “De los $500 que se paga por un kilo, $250 son solo para el almacenamiento”, detalla Artero.

La caída de las exportaciones agrava el problema. Según un informe de CAME, las exportaciones de manzanas, peras y membrillos cayeron un 12,2% en valor y un 24,6% en toneladas entre 2023 y 2024. Factores como un dólar sin ajuste y la depreciación de la moneda brasileña –uno de los principales mercados– han reducido drásticamente la demanda externa.

Impacto humano y reclamos al gobierno

El sector emplea a miles de trabajadores, muchos de los cuales viajan desde el norte del país. Con la cosecha a días de comenzar, el futuro de estos empleados es incierto. “Ya están llegando los trabajadores, pero no sabemos qué hacer con la fruta. El mercado interno está paralizado y las exportaciones tampoco ayudan”, afirma Pablo Diomedi, productor de tercera generación.

El productor también subraya la falta de apoyo político. “El gobierno que voté desconoce totalmente la realidad del sector”, lamenta. Por su parte, Martín Borocci, otro productor, critica la ausencia de inversiones y créditos, y señala que la fruta se ha convertido en la “variable de ajuste” de los exportadores.