A 46 años del acuerdo que evitó la guerra entre Argentina y Chile en el Beagle

En un contexto de tensiones extremas, las dictaduras de Argentina y Chile firmaron en Montevideo un acuerdo para solicitar la mediación del Vaticano y evitar un conflicto bélico por la soberanía de tres islas en el canal del Beagle.

En 1979, América del Sur estuvo al borde de un enfrentamiento armado entre Argentina y Chile. La disputa por la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lennox, ubicadas en el canal del Beagle, llevó a ambos países a una escalada de tensiones que casi derivó en guerra. La mediación del Vaticano, impulsada por el acuerdo firmado el 8 de enero de ese año, fue decisiva para evitar un desenlace trágico.

El conflicto por el canal del Beagle se remonta a un arbitraje internacional de 1977, que otorgó las islas en disputa a Chile. La decisión fue rechazada por la dictadura militar argentina, encabezada por Jorge Rafael Videla, que consideró el fallo como una amenaza a la soberanía nacional. Por su parte, la dictadura chilena, liderada por Augusto Pinochet, defendía el resultado del arbitraje, lo que tensó las relaciones bilaterales al límite.

A fines de 1978, ambas naciones movilizaron tropas hacia la región austral, incrementando la posibilidad de un enfrentamiento armado. La situación despertó alarma en la comunidad internacional y en el Papa Juan Pablo II, quien ofreció la mediación del Vaticano como una vía para resolver el conflicto.

El 8 de enero de 1979, en Montevideo, representantes de ambos países firmaron el acuerdo que solicitaba formalmente la intervención de la Santa Sede. El cardenal italiano Antonio Samoré, delegado del Papa, fue designado como mediador y desempeñó un papel crucial en las negociaciones. Gracias a su intervención, se logró reducir las tensiones y sentar las bases para un diálogo pacífico.

El proceso de mediación fue complejo y prolongado, pero marcó un hito en la historia diplomática de la región. En 1984, ya bajo gobiernos democráticos, ambos países firmaron el Tratado de Paz y Amistad, que ratificó la soberanía chilena sobre las islas y estableció límites marítimos claros en el canal del Beagle.

La mediación del Vaticano en el conflicto del Beagle evitó una guerra que habría tenido consecuencias devastadoras para Argentina y Chile. Este episodio no solo subraya la importancia de la diplomacia en la resolución de disputas territoriales, sino que también recuerda la fragilidad de las relaciones internacionales en contextos de dictadura.