Nuevos límites en transferencias: qué montos deben informarse a ARCA
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) actualizó los límites de dinero transferible mediante billeteras virtuales y cuentas bancarias antes de requerir controles fiscales.
En un contexto donde la inflación argentina y la popularización de herramientas digitales han cambiado el panorama financiero, ARCA (anteriormente conocida como AFIP) adaptó los umbrales que determinan la obligatoriedad de reportar transacciones, saldos y consumos de clientes. La medida, anunciada el jueves, responde a la actualización semestral automática basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el INDEC, según la Resolución General 5512/2024.
A partir del 1 de enero, los bancos y administradoras de billeteras virtuales deberán informar al organismo recaudador si las operaciones superan determinados montos. Para consumos con tarjetas de débito y operaciones en billeteras virtuales, el límite será de $600.000. Por otro lado, un umbral de $1.000.000 aplica para acreditaciones bancarias mensuales, depósitos a plazo, extracciones en efectivo y saldos al cierre del mes en cuentas bancarias o billeteras virtuales. Además, las transferencias bancarias o virtuales superiores a $2.000.000 realizadas mediante billeteras electrónicas también deberán ser notificadas.
Desde ARCA aclararon que este régimen no afecta a los consumidores directamente, ya que son las entidades financieras y plataformas digitales quienes deben cumplir con estas disposiciones.
Sin embargo, la implementación de esta medida coincidió con la difusión de una noticia falsa que generó confusión en las redes sociales. Según el contenido erróneo, el organismo exigiría informes por transferencias a partir de montos inferiores, como $400.000. Este dato alarmó a quienes utilizan billeteras virtuales y banca móvil para pagos frecuentes, como alquileres. ARCA desmintió categóricamente esta información a través de sus redes oficiales, aclarando los montos reales que rigen desde el inicio del año.
Esta actualización refleja un intento de mantener la transparencia fiscal en un escenario de creciente digitalización financiera, aunque también pone en relieve la sensibilidad de los consumidores ante cambios en las normativas. En un país donde las transacciones digitales son cada vez más comunes, el equilibrio entre control fiscal y la comodidad del usuario sigue siendo un desafío en constante evolución.