Tragedia de Cromañón: Un dolor que marcó a la Argentina
A 20 años del incendio que cambió la historia de la música y la seguridad en el país.
El 30 de diciembre de 2004, el boliche “República Cromañón”, ubicado en el barrio porteño de Once, se convirtió en el escenario de una tragedia que dejó una marca imborrable en la sociedad argentina. Durante un recital de la banda de rock Callejeros, el uso de bengalas provocó un incendio que se cobró la vida de 194 personas y dejó heridas a otras 1.432.
Cromañón fue más que un incendio; fue un reflejo de negligencias y desidia en el cumplimiento de normas de seguridad. Las bengalas, encendidas en un lugar cerrado, prendieron fuego a un techo recubierto con materiales inflamables. La falta de salidas de emergencia adecuadas y el sobrecupo agravaron la situación, atrapando a cientos de jóvenes en un espacio sin posibilidad de escape.
Este episodio generó una profunda conmoción social y puso de relieve fallas estructurales en el sistema de control de locales nocturnos. Las investigaciones revelaron irregularidades en la habilitación del lugar, corrupción en las inspecciones y una alarmante falta de previsión ante riesgos. El dueño del boliche, los organizadores del evento y funcionarios del gobierno porteño fueron señalados como responsables.
La tragedia tuvo un impacto devastador en las familias de las víctimas y en los sobrevivientes, muchos de los cuales sufrieron graves consecuencias físicas y psicológicas. También marcó un antes y un después en la conciencia colectiva sobre la seguridad en espacios públicos y el respeto por las normativas.
En los años posteriores, Cromañón se convirtió en un símbolo de lucha y memoria. Cada 30 de diciembre, familiares y amigos de las víctimas se reúnen para honrar su recuerdo y exigir justicia, además de un compromiso firme para evitar que tragedias similares se repitan.
La tragedia de Cromañón no solo cambió la historia del rock en Argentina, sino que dejó una enseñanza dolorosa sobre las consecuencias de la irresponsabilidad y la corrupción. A 20 años de aquel fatídico día, el recuerdo de las víctimas sigue siendo un llamado a la reflexión y al compromiso por un país más seguro.