Día del Bromatólogo: Reconocimiento a los pioneros de una ciencia esencial
La profesión que garantiza alimentos seguros y de calidad celebra su día en honor a los primeros bromatólogos argentinos, graduados en 1976.
En Argentina, el 28 de diciembre se conmemora el Día del Bromatólogo, una fecha que rinde homenaje a los primeros profesionales argentinos en esta disciplina: Rubén Peruzzo, César Stöckli, Bartolo Tolomeo y Raúl Tolomey. Graduados en 1976, estos pioneros marcaron un hito en la historia de la ciencia bromatológica en el país, dedicada a la seguridad, calidad y análisis de los alimentos.
La bromatología, una ciencia interdisciplinaria, aborda el estudio de los alimentos desde una perspectiva química, biológica y nutricional. Su objetivo es garantizar que los productos que llegan al consumidor sean seguros, cumplan con las normativas vigentes y aporten beneficios a la salud. El trabajo del bromatólogo es crucial en un contexto donde los alimentos no solo deben satisfacer necesidades nutricionales, sino también responder a estándares de calidad cada vez más rigurosos.
Desde la graduación de los primeros bromatólogos argentinos, esta profesión ha evolucionado notablemente. Actualmente, su campo de acción abarca desde la industria alimentaria y la regulación sanitaria hasta la investigación científica. Los bromatólogos desempeñan un papel clave en la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos, el desarrollo de productos innovadores y la promoción de una alimentación más saludable.
El reconocimiento a esta profesión también se enmarca en la importancia de su rol dentro de un mundo globalizado, donde el comercio de alimentos implica desafíos crecientes en términos de seguridad y trazabilidad. Los bromatólogos son fundamentales para garantizar la transparencia en las cadenas de producción y la confianza de los consumidores.
En Argentina, universidades de distintas provincias ofrecen carreras relacionadas con la bromatología, reflejando el interés y la demanda de esta disciplina en el mercado laboral. Sin embargo, los desafíos persisten. Entre ellos, se encuentra la necesidad de promover mayor conciencia sobre la relevancia de la bromatología en la sociedad y de fortalecer las políticas públicas que respalden su ejercicio profesional.
El Día del Bromatólogo no solo celebra la labor de estos profesionales, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de asegurar alimentos de calidad para toda la población. En una época donde la seguridad alimentaria y la salud pública son prioridades, el aporte de los bromatólogos se posiciona como indispensable.
Hoy, más de cuatro décadas después de aquella primera graduación, la bromatología sigue demostrando ser una ciencia vital para garantizar un futuro alimentario más seguro y sostenible.