Tarifazos en el horizonte: 2025 comenzará con aumentos en luz y gas
El gobierno de Javier Milei anunció incrementos en las tarifas de luz y gas para enero, mientras avanza en la reducción de subsidios y plantea nuevas revisiones tarifarias para marzo.
El comienzo de 2025 traerá consigo ajustes en los servicios públicos esenciales, marcando una continuidad en las políticas económicas implementadas por la administración de Javier Milei. A partir de enero, la tarifa de luz aumentará un 1,6%, mientras que las boletas de gas natural subirán un 1,8%. Estos ajustes se enmarcan en el objetivo del gobierno de desacelerar la inflación y ubicarla por debajo del 2% mensual.
Además, en marzo, está prevista una revisión tarifaria más amplia, que incluirá aumentos adicionales en energía y recortes de subsidios. Según las proyecciones oficiales, las subas para los hogares no superarán los dos dígitos, aunque el impacto será significativo en el presupuesto de las familias.
Desglose de las tarifas y los subsidios
Las tarifas que los usuarios pagan están compuestas por cuatro componentes: el costo de la energía, el transporte, la distribución y los impuestos. De estos, el costo de la energía es el único rubro que recibe subsidios estatales. Los hogares se clasifican en tres categorías según su nivel de ingresos: altos (N1), medios (N3) y bajos (N2), determinando si acceden o no a descuentos en sus boletas.
A pesar de la continuidad de los subsidios, su cobertura ha disminuido considerablemente. En octubre de 2024, los subsidios solo representaron el 16% de las tarifas, frente al 32% del mismo mes en 2023. Esto implicó que los usuarios absorbieran el 84% del costo, en contraste con el 68% del año anterior.
Impacto en los hogares argentinos
El ajuste en las tarifas de luz y gas refleja la estrategia del gobierno de Milei para equilibrar las cuentas públicas, en un contexto económico desafiante. Sin embargo, estas medidas han generado mayor presión sobre los presupuestos familiares, especialmente entre los sectores de ingresos medios y bajos.
El aumento de tarifas es parte de un plan más amplio que incluye la reducción de subsidios y la intención de avanzar hacia una estructura tarifaria más representativa de los costos reales del servicio. No obstante, este enfoque ha sido criticado por sus posibles efectos en el poder adquisitivo de los ciudadanos y en el acceso a servicios básicos.