El mercado automotor cierra un año con números en rojo
Aunque se evitó un desplome mayor, la venta de autos 0 km refleja un 2024 marcado por desafíos económicos.
El 2024 quedará registrado como un año difícil para el sector automotor argentino, con una caída del 8% en las ventas de vehículos 0 km. Si bien las proyecciones iniciales auguraban una contracción aún más severa, los resultados anuales confirman que los problemas económicos siguen pesando sobre el bolsillo de los consumidores y las estrategias de las empresas.
En el último mes del año, se patentaron 18.080 vehículos en el segmento liviano, mientras que los pesados sumaron unas 20.000 unidades. En total, el mercado cerró con 410.000 unidades vendidas, un descenso significativo frente a las 450.000 alcanzadas durante 2023. Esta disminución refleja una economía con altos niveles de incertidumbre, donde la inflación, la devaluación y las restricciones de importación condicionaron tanto la oferta como la demanda.
El liderazgo de las marcas tuvo un claro ganador: Toyota, que obtuvo el 21,7% de participación en el mercado y se consolidó como referencia en confiabilidad y rendimiento. En segundo lugar quedó Volkswagen, con un 16,5%, seguida por Fiat con un 12,1%. Estas cifras refuerzan el dominio de los fabricantes internacionales en un mercado que apuesta por modelos probados y asequibles.
En términos de vehículos, el Peugeot 208 se alzó como el más vendido del año con una participación del 7,6%, seguido muy de cerca por la Toyota Hilux (7,5%) y el Fiat Cronos (7,2%). Estos modelos, adaptados a las necesidades tanto urbanas como rurales, se posicionaron como favoritos en un contexto donde la funcionalidad y el precio son clave.
El ranking de los diez más vendidos incluyó además a la Ford Ranger, Toyota Yaris, Volkswagen Amarok, Polo, Corolla Cross, Taos y Chevrolet Tracker, que juntos concentraron más de la mitad del mercado. Esta concentración refleja una tendencia hacia marcas y modelos confiables, con una fuerte presencia en el territorio nacional.
De cara al futuro, la industria enfrenta el desafío de revertir la tendencia negativa. El acceso al crédito, la estabilidad económica y las políticas gubernamentales serán factores determinantes en 2025 para fomentar el repunte de un sector que, aunque golpeado, sigue siendo fundamental para la economía nacional.