Un paso firme hacia la justicia por Nora Dalmasso
La familia de la víctima exige medidas inmediatas tras un hallazgo crucial que podría cambiar el rumbo del caso.
Hace 18 años, el femicidio de Nora Dalmasso conmocionó a Argentina. Hoy, su familia toma una decisión clave para evitar que el caso prescriba, impulsada por un descubrimiento genético que señala a un nuevo sospechoso: Roberto Bárzola, un pulidor de pisos que trabajaba en la casa de los Dalmasso-Macarrón en 2006.
El hallazgo fue posible gracias a una colaboración entre el Ministerio Público Fiscal de Córdoba, el Centro de Genética Forense del Poder Judicial y el National Center for Forensic Science de la Universidad de Florida. Las pruebas vinculan el ADN de Bárzola con evidencias biológicas en la escena del crimen, incluidas las encontradas en la bata usada para asfixiar a Nora.
Aunque las sospechas sobre Bárzola existían desde 2007, los análisis genéticos fueron realizados recién ahora. Gustavo Liebau, abogado de la familia, criticó los errores iniciales que desviaron la investigación, acusando injustamente al esposo y al hijo de la víctima. “Si se hubieran seguido las pistas correctas, este crimen podría haberse resuelto hace años”, afirmó.
El fiscal Fávega y su equipo han retomado el rumbo, logrando avances significativos gracias a tecnologías de genética avanzada. Sin embargo, el riesgo de que el caso prescriba genera una nueva urgencia. La familia de Dalmasso, representada por Liebau, solicitará formalmente la interrupción de la prescripción y no descarta acudir a instancias internacionales si la justicia local no actúa con celeridad.
El caso, marcado por irregularidades desde su inicio, ha reflejado fallas graves en el sistema judicial. Ahora, con este nuevo indicio, se abre una oportunidad para corregir el rumbo y lograr justicia. La lucha de la familia de Nora es un recordatorio del costo de la ineficiencia judicial y de la importancia de investigaciones rigurosas y transparentes.
Mientras el tiempo avanza, el compromiso de la familia por esclarecer el crimen no cede. Este descubrimiento, aunque tardío, representa una esperanza renovada para que la verdad prevalezca y el culpable enfrente su condena.