Dengue: cómo prevenir y protegerse en ausencia de la vacuna
El verano y las altas temperaturas aumentan la actividad al aire libre y la exposición al Aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue. Conocé las recomendaciones de expertos para mantenerte protegido.
Con el inicio del verano, los argentinos enfrentan un desafío doble: protegerse de los rayos solares y de los mosquitos, en especial del Aedes aegypti, vector del dengue. Este mosquito prolifera en condiciones cálidas y húmedas, lo que incrementa los contagios y obliga a extremar cuidados, especialmente para quienes no se han vacunado.
El primer paso para protegerse es acondicionar los espacios donde vivimos y realizamos actividades. En el interior de los hogares, es esencial colocar mosquiteros en ventanas y mantener las puertas cerradas la mayor parte del tiempo. Al aire libre, es vital eliminar el agua estancada en macetas, canaletas, bebederos y cualquier recipiente que pueda acumularla por más de 48 horas, ya que estos son potenciales criaderos de mosquitos.
Métodos de protección personal
El uso de repelentes es clave para evitar picaduras. Según el infectólogo Ricardo Teijeiro, los repelentes en crema o gel tienen mayor durabilidad, pero su eficacia depende de factores como la concentración del producto y la actividad física realizada. Es recomendable reaplicar cada dos o tres horas, especialmente en días de calor intenso o si se transpira mucho. Otros métodos, como los espirales, son útiles en espacios abiertos, aunque deben usarse con precaución para evitar molestias.
El Aedes aegypti suele picar en horarios matutinos y vespertinos, principalmente en las extremidades inferiores, debido a su rango de vuelo limitado. Este mosquito no se alimenta de sangre; la necesita solo para reproducirse. Una hembra infectada puede transmitir el virus al picar primero a una persona contagiada y luego a otra.
Síntomas y medidas en caso de sospecha de dengue
Entre los síntomas más comunes del dengue están el dolor de cabeza, náuseas, vómitos, sarpullido y malestar general. Los especialistas insisten en no automedicarse, ya que medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno pueden agravar los cuadros hemorrágicos. Ante sospechas, es fundamental consultar a un profesional de la salud.
Prevención: el mejor aliado
La prevención comienza con la eliminación de criaderos de mosquitos, incluyendo tanques, botellas, neumáticos, y cualquier recipiente que acumule agua. Además, las piletas deben mantenerse limpias y tratadas.
El ciclo de vida del Aedes aegypti, desde que deposita sus huevos hasta convertirse en adulto, puede completarse en menos de una semana en condiciones favorables. Por eso, reducir las posibilidades de reproducción es clave para controlar la propagación del dengue.
Prepararse y actuar con responsabilidad frente a esta problemática no solo protege nuestra salud, sino que contribuye al bienestar de toda la comunidad.