Crisis en el transporte: dueños de colectivos advierten sobre impago de salarios
Las empresas del AMBA denuncian insuficiencia de ingresos y costos insostenibles, poniendo en jaque a más de 50 mil trabajadores.
Las cámaras empresarias del transporte automotor en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) lanzaron una contundente advertencia: la crisis financiera que atraviesa el sector podría impedir el pago de salarios correspondientes al mes de noviembre. Este escenario afecta a más de 50 mil trabajadores y refleja un desequilibrio económico estructural.
Un sistema en rojo
Según un comunicado difundido por las empresas, el desfasaje entre los ingresos y los costos reales del servicio se ha vuelto insostenible. Mientras el costo estimado por pasaje asciende a $1300, los ingresos promedio actuales rondan apenas los $870. Este déficit, explican, responde a la ausencia de ajustes tarifarios desde junio y al atraso en las compensaciones económicas provenientes de la provincia de Buenos Aires.
Además, las entidades empresariales subrayaron que la reciente actualización paritaria, diseñada para evitar conflictos gremiales, fue acordada con responsabilidad y estableció incrementos salariales inferiores a la inflación. No obstante, destacaron que estos esfuerzos no han sido suficientes para contrarrestar el deterioro financiero.
Soluciones urgentes
El sector reclama medidas concretas para evitar un colapso: un incremento tarifario o una actualización en las compensaciones estatales. Sin embargo, hasta ahora, ninguna de estas alternativas ha sido implementada, agravando la incertidumbre tanto para los empresarios como para los trabajadores.
Las empresas recalcan que han cumplido históricamente con las normativas de actualización de costos derivadas de acuerdos salariales, responsabilizando a la falta de acciones por parte de las autoridades de transporte.
Un impacto masivo
De no resolverse esta situación, la crisis podría derivar en interrupciones en los servicios de transporte público, afectando a millones de usuarios en el AMBA. Además, el posible impago de salarios pone en riesgo la estabilidad de miles de familias que dependen de esta actividad.
La alarma está encendida, y mientras las negociaciones entre el sector y las autoridades avanzan, los usuarios y trabajadores esperan una solución que garantice la continuidad del sistema y la seguridad económica de quienes lo sostienen.