Desafíos laborales para la juventud en Argentina: precariedad, pobreza y falta de oportunidades
El 90% de los jóvenes enfrenta dificultades para ingresar al mercado laboral, marcados por la falta de experiencia y la precarización. La pobreza juvenil alcanza niveles alarmantes.
Un mercado laboral hostil para los jóvenes
La realidad laboral de los jóvenes en Argentina refleja una problemática persistente y profunda: el 90% afirma tener dificultades para encontrar empleo, de acuerdo con un estudio reciente de Junior Achievement Américas y ManpowerGroup. Este panorama se agrava en un contexto de recesión económica, donde las oportunidades laborales se tornan cada vez más escasas y precarias.
Entre los principales obstáculos identificados, el 72% de los encuestados señaló la falta de experiencia como la barrera más significativa. Además, siete de cada diez jóvenes terminan desempeñándose en actividades ajenas a sus intereses, impulsados por la necesidad económica en un entorno donde la pobreza juvenil afecta al 62% y la indigencia al 25%.
La precariedad como norma
El empleo informal es una constante entre los jóvenes: el 57% de las mujeres y el 56% de los varones no perciben aportes jubilatorios. Según datos del Ministerio de Economía, dos de cada cinco trabajadores informales en Argentina son jóvenes, lo que los expone a ingresos bajos y a condiciones laborales inestables.
En octubre de 2023, un joven necesitaba un ingreso mínimo de $325.670 para cubrir sus necesidades básicas, cifra que duplica los valores de diciembre de 2022. Sin embargo, los jóvenes perciben en promedio un 30% menos que el resto de la población trabajadora, a pesar de trabajar jornadas similares. Esta brecha salarial, más pronunciada en mujeres, limita aún más sus posibilidades de emancipación y desarrollo.
Vivienda: un sueño inalcanzable
El acceso a la vivienda se presenta como otro desafío crítico: cuatro de cada diez jóvenes viven con sus padres o abuelos debido a la falta de ingresos suficientes para independizarse. Según la Fundación Tejido Urbano, entre 2 y 2,5 millones de personas de entre 25 y 34 años no logran emanciparse. Este fenómeno, que se ha mantenido en niveles alarmantes desde 2016, subraya la necesidad de políticas que promuevan el acceso a la vivienda para este grupo etario.
Renuncias y descontento
Los salarios insuficientes son la principal razón de renuncia entre los jóvenes, seguidos por la búsqueda de un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal y la necesidad de experiencias profesionales enriquecedoras. Además, la incompatibilidad de horarios (48%) y la falta de oportunidades en áreas de interés (43%) contribuyen al desencanto laboral.
Un llamado a la acción
La situación laboral de los jóvenes en Argentina es un indicador de las inequidades estructurales que enfrentan. La informalidad, los bajos salarios y la falta de oportunidades reflejan un sistema que requiere cambios urgentes. Políticas públicas que fomenten la inclusión, la capacitación laboral y el acceso a la vivienda podrían ser claves para revertir esta tendencia y ofrecer a los jóvenes un futuro más prometedor.
En un país donde los jóvenes representan el 25% de la población, su bienestar es esencial para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo. Actuar ahora es crucial para romper el ciclo de precariedad que los afecta.