El impacto del ajuste nacional: la Provincia paga las consecuencias en el transporte público

La eliminación de subsidios nacionales asfixia a la Provincia de Buenos Aires, que enfrenta una crisis tarifaria y salarial en el transporte público.

Desde diciembre, los usuarios de colectivos en la Provincia de Buenos Aires deberán afrontar un aumento tarifario del 37,5%. Esta medida, aunque impopular, es una respuesta directa a la decisión del Gobierno Nacional de eliminar el Fondo Compensador del Interior (FCI), agravando la ya crítica situación financiera del transporte público provincial.

Un recorte que desarma el sistema

La quita del FCI por parte del Gobierno Nacional dejó sin apoyo a las provincias, obligándolas a financiar sus sistemas de transporte con recursos propios. En el caso de Buenos Aires, el impacto ha sido severo: un aumento sostenido en los costos operativos —como combustibles, salarios y mantenimiento— coincide con la imposibilidad de ampliar los subsidios provinciales debido al presupuesto prorrogado desde 2023.

Jorge D’Onofrio, ministro de Transporte bonaerense, destacó que esta suba tarifaria es necesaria para «garantizar el funcionamiento de los servicios y la conexión entre los municipios», pero no dudó en señalar la responsabilidad del Gobierno Nacional en esta crisis. “Nos encontramos ante una situación que podría haberse evitado si se hubiese mantenido el apoyo económico a las provincias”, expresó.

Tarifas al alza y usuarios afectados

Con el nuevo esquema, la tarifa mínima para servicios de larga distancia dentro de la Provincia será de $219,48. Aunque el ajuste sigue los índices inflacionarios recientes, este aumento representa una carga considerable para los pasajeros. Desde el gobierno bonaerense, subrayan que se está haciendo lo posible para mitigar el impacto, pero el desfinanciamiento nacional limita severamente las opciones.

En paralelo, las empresas de transporte se enfrentan a un desafío adicional: el pago de aumentos salariales acordados en paritarias. Sin una actualización en los subsidios o una nueva suba tarifaria, muchas líneas de colectivos podrían quedar al borde del colapso.

Un problema nacional, una respuesta provincial

La Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CAEP) advierte que el sector atraviesa una de las peores crisis de su historia, señalando al desinterés del Gobierno Nacional como el principal responsable. Según el organismo, la falta de actualización en la estructura de costos pone en riesgo no solo los servicios sino también el cumplimiento de los compromisos laborales.

El gobierno provincial insiste en que el porcentaje de ajuste tarifario es proporcional al aplicado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Sin embargo, la gran diferencia radica en que las decisiones nacionales han priorizado recursos para esta región, dejando al resto del país a su suerte.