Endeudamiento para sobrevivir: el aumento de los pagos con tarjeta en los supermercados
La creciente necesidad de endeudarse para poder adquirir productos básicos en supermercados refleja el derrumbe del poder adquisitivo y el estancamiento económico de los hogares argentinos.
Un reciente informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate) revela que cada vez más personas recurren al crédito para poder consumir, especialmente en supermercados. Este fenómeno, que muestra un fuerte aumento en los pagos con tarjeta de crédito, está vinculado a una caída generalizada en el poder adquisitivo y a una disminución de la actividad económica, lo que coloca a muchos hogares en una situación de vulnerabilidad financiera.
Según el análisis de Mate, el porcentaje de compras pagadas con tarjeta de crédito en supermercados ha aumentado significativamente, pasando de un promedio histórico de 36% a un 46%. Este incremento no es solo un cambio numérico, sino que marca un nuevo nivel histórico, lo que implica que casi la mitad de los productos adquiridos por los consumidores se están pagando a crédito, posponiendo así el desembolso efectivo de dinero.
Este aumento del uso de tarjetas de crédito refleja, en gran medida, el deterioro del poder adquisitivo de los argentinos, un fenómeno directamente relacionado con el desplome de los indicadores económicos. A nivel macroeconómico, los estimadores mensuales de actividad económica muestran una fuerte caída, con sectores claves como la industria (-7%), el comercio (-8%) y la construcción (-18%) registrando descensos interanuales significativos. La caída en el consumo se hace aún más evidente cuando se compara con el colapso económico de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 también generó una contracción brutal de la actividad.
El informe de Mate también destaca que esta situación de endeudamiento no es exclusiva de los sectores más pobres, sino que afecta a una amplia franja de la población. Más de 22 millones de personas, entre trabajadores activos y jubilados, han perdido poder adquisitivo en el último año, lo que ha empujado a muchos a endeudarse para poder acceder a productos básicos, como los alimentos en supermercados.
El impacto de esta crisis económica no solo se ve reflejado en el aumento del endeudamiento, sino también en los datos del sector supermercadista. A pesar de que los pagos con tarjeta de crédito han crecido, las ventas en general siguen cayendo, lo que indica que las personas no están comprando lo mismo que antes. Además, los supermercados han detectado un cambio en los hábitos de compra, pasando de la tradicional «compra mensual» a un patrón de consumo más reactivo, en el que los compradores buscan aprovechar las ofertas diarias para poder estirar su presupuesto.
La creciente dependencia del crédito para acceder a productos básicos, como los alimentos, subraya un panorama económico preocupante, marcado por la pérdida del poder adquisitivo y la caída de la actividad económica. El endeudamiento se ha convertido en una estrategia para sobrevivir, pero no es sostenible a largo plazo. Mientras tanto, la economía sigue dando señales de agotamiento, con un mercado interno estrechado y una caída en los sectores productivos. Sin políticas económicas que reactivan el poder de compra de la población, el escenario de endeudamiento y empobrecimiento podría profundizarse aún más.