El aumento de tarifas en el AMBA: una carga creciente para las familias

Las familias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) necesitan cada vez más ingresos para cubrir los servicios básicos. Un reciente informe de la UBA-Conicet revela que en octubre de 2024 se necesitaban $134.414 solo para cubrir gastos de agua, gas, electricidad y transporte.

Las tarifas de servicios públicos se han convertido en una de las mayores cargas económicas para los hogares argentinos. En el AMBA, una familia promedio destinó en octubre $134.414 para cubrir los costos básicos de agua, electricidad, gas y prepagas, según datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-Conicet. Este aumento representa un incremento de más del 300% desde diciembre de 2023, y ha llevado a muchas familias a ajustar sus gastos en otros aspectos esenciales de la vida diaria.

El estudio revela un fenómeno que afecta a los argentinos: los precios de servicios básicos han superado, en muchas ocasiones, el aumento de los salarios. El alza se ha visto exacerbada por la quita de subsidios, lo que ha incrementado el costo de la canasta de servicios públicos hasta un 369% en menos de un año. Así, en octubre, un hogar en el AMBA debió gastar $134.414 para cubrir los servicios esenciales sin subsidios, con aumentos destacados en agua (4,9%) y electricidad (1,8%).

La proporción que estos servicios representan en el ingreso de una familia también ha crecido notablemente. En diciembre de 2023, el costo de estos servicios equivalía al 5,9% de un salario promedio registrado; en octubre de 2024, esa cifra había ascendido al 12,2%. Esto significa que los hogares destinan una mayor porción de sus ingresos a cubrir necesidades básicas, limitando otros consumos y afectando su calidad de vida. De acuerdo con el informe, el gasto en transporte es uno de los más elevados, representando el 42% de esta canasta.

La situación se torna aún más crítica en el sector salud, donde las tarifas de las prepagas han experimentado incrementos considerables. Esto ha obligado a miles de personas a renunciar a la atención privada y a depender exclusivamente del sistema de salud público, que se enfrenta a una demanda creciente y recursos limitados. Además, el alza de los costos en electricidad, agua y combustibles se ha duplicado en comparación con la inflación general, la cual se encuentra en un 101,6%.

La presión de las tarifas impacta, además, en la economía general: la disminución del poder adquisitivo de las familias retrasa la reactivación del consumo masivo. Esta situación, según expertos, podría complicar las expectativas de recuperación económica para 2025. Aunque el gobierno aspira a reducir la recesión, la creciente carga de los servicios podría actuar como un freno para el desarrollo económico.