Actividad física, descanso y alimentación: tres pilares clave para el cuidado de la salud cerebral

La neuropsicóloga Luciana Armatta destaca hábitos esenciales para mantener el cerebro en forma y prevenir el deterioro cognitivo a cualquier edad.

La salud cerebral es una responsabilidad que debemos asumir a lo largo de toda nuestra vida. Así lo expresó Luciana Armatta, neuropsicóloga, en una entrevista reciente con Radio 2, donde ofreció consejos clave para proteger y fortalecer nuestro cerebro. Armatta subrayó la importancia de tres pilares fundamentales: una alimentación adecuada, el descanso y la actividad física, destacando cómo cada uno contribuye al bienestar de nuestro sistema nervioso.

Alimentación: el primer paso hacia un cerebro sano

Para Armatta, la alimentación es crucial en la prevención de problemas cerebrales. «Cada vez se sabe más sobre la relación directa entre el intestino y el cerebro», explicó la neuropsicóloga, quien sugirió que, si no se cuenta con el conocimiento adecuado, visitar a un nutricionista puede ser un paso fundamental para establecer una dieta beneficiosa. Consumir alimentos ricos en nutrientes es vital, ya que afectan positivamente el funcionamiento cerebral, mejorando la memoria, la concentración y el estado de ánimo.

Calidad de sueño y control del estrés

Dormir bien es tan importante como la alimentación, y un descanso inadecuado puede afectar significativamente al cerebro. Según Armatta, la falta de sueño coloca al cerebro en un “estado de alerta constante”, lo cual genera estrés y eleva los niveles de cortisol, una hormona que en exceso puede llegar a dañar las neuronas. Además, enfatizó en la importancia de aprender a manejar el estrés, ya que este factor, cuando se vuelve crónico, impacta negativamente en el rendimiento cognitivo y en la salud mental.

Actividad física: oxigenación y regeneración cerebral

El ejercicio físico también juega un papel determinante en la salud del cerebro. «Cada vez hay más estudios que muestran que una caminata diaria o una hora de actividad física tres veces a la semana mejora la oxigenación cerebral y promueve la regeneración de neuronas», afirmó Armatta. Moverse regularmente ayuda al cerebro al incrementar el flujo sanguíneo, fortalecer la memoria y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

La actividad física, según Armatta, no solo favorece la estética sino que impacta directamente en el crecimiento y la plasticidad neuronal, apoyando así el desarrollo de nuevas conexiones sinápticas. Asimismo, reduce el riesgo de accidentes cerebrovasculares y trombosis, factores de gran importancia en la prevención de patologías neurológicas.

Mantener la mente activa a través de relaciones y actividades recreativas

Además de cuidar el cuerpo, es esencial mantener la mente activa y estimularla constantemente. «El ejercicio físico es igual de importante que mantener la mente activa», comentó Armatta, quien sugirió realizar actividades intelectuales y recreativas, como leer, aprender cosas nuevas o resolver crucigramas. Estas prácticas, combinadas con una vida social activa, contribuyen al fortalecimiento de la memoria y al bienestar emocional.

Un enfoque integral para un cerebro saludable

La salud cerebral depende de múltiples factores, y para proteger nuestro cerebro a cualquier edad es fundamental adoptar un enfoque integral. Con una buena alimentación, un descanso adecuado y actividad física constante, se pueden reducir significativamente los riesgos de deterioro cognitivo y promover una vida mental saludable.