Halloween: de tradición Celta a fiesta global, un viaje que atraviesa fronteras
El 31 de octubre, Halloween celebra sus raíces celtas en Argentina, combinando antiguos rituales con nuevas costumbres, y transformándose en una festividad que une a generaciones.
El 31 de octubre, la celebración de Halloween se ha convertido en un fenómeno global que resuena con fuerza en Argentina. Aunque su origen se remonta a antiguas tradiciones celtas, hoy en día la Noche de Brujas se vive intensamente en diversos países, especialmente en América del Norte y Europa, creando un entramado cultural que va más allá de sus raíces.
Halloween, conocido también como la Noche de Brujas, tiene sus orígenes en el festival celta de Samhain, una festividad que marcaba el final de la temporada de cosechas y honraba a Lugh, el dios del Sol. Durante esta celebración, los celtas creían que los espíritus de sus ancestros regresaban al mundo terrenal, y para honrarlos, encendían hogueras y ofrecían alimentos. Con el tiempo, estos rituales fueron transformándose y adaptándose, especialmente después de que inmigrantes irlandeses introdujeran la tradición en Estados Unidos en el siglo XIX.
La adaptación de Halloween en América estuvo marcada por la influencia de la víspera de Todos los Santos, conocida como All Hallow’s Eve. Este cambio se consolidó con el primer desfile de Halloween en Minnesota en 1921, que ayudó a popularizar la festividad. A partir de entonces, Halloween se expandió rápidamente a través del cine y la televisión, convirtiéndose en un evento masivo que involucra tanto a niños como a adultos en una celebración de disfraces, dulces y diversión.
En la actualidad, las tradiciones de Halloween incluyen dejar caramelos y comidas fuera de las casas como ofrendas para las almas de los difuntos, así como encender velas para guiarlas hacia la luz y ayudarles a encontrar la paz. Estas prácticas, que combinan misticismo y espiritualidad, reflejan una rica herencia cultural que se ha mantenido viva a lo largo de los siglos.
Aunque Halloween se celebra principalmente en Estados Unidos, Canadá, Irlanda y Reino Unido, su popularidad ha crecido en otros países, incluyendo Argentina. En la noche del 31 de octubre, las calles argentinas se llenan de niños disfrazados, fiestas temáticas y una atmósfera festiva que recuerda la antigua conexión con la cultura celta.
Así, Halloween se ha transformado en una celebración que no solo honra sus raíces celtas, sino que también se reinventa cada año en diferentes contextos. En Argentina, este fenómeno se ha entrelazado con tradiciones locales, creando una nueva identidad festiva que celebra el pasado mientras mira hacia el futuro.