El 70% de los asalariados privados no cubren la canasta básica: La nueva cara de la pobreza en Argentina
El aumento de la pobreza en Argentina afecta a una gran parte de los trabajadores formales. Más del 70% de los asalariados del sector privado no logran cubrir una canasta básica, mientras que la indigencia golpea con fuerza a los trabajadores informales.
La pobreza ha dejado de ser una realidad exclusiva para los sectores más vulnerables y hoy afecta a una proporción creciente de los trabajadores formales en Argentina. Al finalizar el primer semestre de 2024, más del 70% de los asalariados privados no lograban cubrir una canasta básica, revelando una profunda crisis económica que no discrimina entre empleo formal e informal.
Según un reciente informe del Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la Universidad de San Martín, el 52,9% de la población argentina está bajo la línea de pobreza, el nivel más alto en casi dos décadas. Este fenómeno ha impactado especialmente en los trabajadores formales, quienes, hasta hace pocos años, eran considerados protegidos del riesgo de pobreza por tener empleos registrados y salarios estables. Sin embargo, el aumento sostenido de los precios, la inflación y la caída del poder adquisitivo han transformado esta realidad.
El empleo formal en el sector privado ha sufrido una contracción significativa. Desde agosto de 2023, se han destruido 180 mil puestos de trabajo, con los sectores de la construcción y la industria siendo los más afectados. Estos sectores representaron más del 70% de la pérdida total de empleos, lo que ha agravado la situación económica de miles de familias.
A esta pérdida de empleos se suma una caída generalizada en el poder adquisitivo. Entre los primeros trimestres de 2023 y 2024, los ingresos laborales, tanto del sector público como privado, se redujeron un 20% en términos reales debido a la inflación. Los trabajadores informales también vieron caer sus ingresos, con un descenso del 21,1%, y los empleados por cuenta propia enfrentaron una contracción del 11,2%. Mientras tanto, los jubilados y pensionados fueron uno de los grupos más perjudicados, con una disminución del 27% en sus ingresos.
Uno de los aspectos más alarmantes del informe es el incremento de la pobreza entre los empleados registrados del sector privado, cuya cantidad se incrementó en un 71% en el último año. Esta situación ha dejado a miles de familias en una situación crítica, incapaces de cubrir una canasta básica de alimentos y servicios esenciales. Además, los empleados públicos no han quedado al margen: en su caso, la pobreza aumentó un 154%, lo que refleja la gravedad de la crisis en el sector.
Por otro lado, la indigencia afecta cada vez más a los trabajadores informales y cuentapropistas. Según el CETyD, el 24% de los trabajadores informales y el 22% de los cuentapropistas se encuentran en situación de indigencia, un fenómeno que se ha profundizado desde principios de 2024, con el inicio de la gestión de Javier Milei.