Acceso a tratamientos de psoriasis: 4 de cada 10 pacientes suspenden consultas por motivos económicos
Una encuesta nacional realizada por AEPSO revela que un alto porcentaje de personas con psoriasis interrumpe sus tratamientos por problemas financieros, afectando su calidad de vida y complicando la evolución de la enfermedad.
La psoriasis, una enfermedad crónica y no contagiosa que afecta tanto la piel como las articulaciones, está golpeando no solo la salud física de quienes la padecen, sino también su bienestar financiero. Un relevamiento realizado por la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO) muestra que 4 de cada 10 pacientes han debido suspender consultas médicas por no poder costear los gastos asociados al tratamiento.
La enfermedad psoriásica, que en Argentina afecta al 1,5% de la población, se presenta en diversas formas, siendo la más común las lesiones en la piel, mientras que en otros casos puede derivar en artritis psoriásica, una afección que impacta en las articulaciones, generando dolor e inflamación. Según la AEPSO, el 30% de los pacientes con psoriasis puede desarrollar artritis psoriásica.
Los pacientes enfrentan no solo los desafíos físicos de la enfermedad, sino también las dificultades económicas que conlleva mantener los tratamientos. De acuerdo con la encuesta realizada por AEPSO en más de 800 personas, el 42,2% de los encuestados necesitó ayuda financiera para costear los tratamientos médicos. Los copagos, que antes eran cubiertos por los planes de salud, se han vuelto una carga para muchos, obligando a los pacientes a postergar o cancelar consultas y tratamientos.
Silvia Fernández Barrio, presidenta de AEPSO, advierte que el impacto económico no solo afecta el acceso a los servicios de salud, sino que también incrementa el tiempo que los pacientes deben dedicar a su enfermedad, generando una carga emocional y financiera que repercute en todos los aspectos de su vida. El informe también señala que casi el 43% de los pacientes no pudo acceder a los médicos adecuados debido a la falta de cobertura o la imposibilidad de pagar los estudios requeridos.
Otro dato alarmante es que casi el 50% de los encuestados tuvo dificultades para acceder a los medicamentos, y el 38,2% se vio obligado a reducir o suspender su compra. Además, 2 de cada 10 pacientes no están realizando los tratamientos indicados por los médicos debido a la falta de recursos.