La UBA recurre a la justicia para definir quién auditará a las universidades públicas

La Universidad de Buenos Aires rechaza ser auditada por la Sindicatura General de la Nación, cuestionando su imparcialidad, y solicita que el control financiero recaiga sobre la Auditoría General de la Nación.

La Universidad de Buenos Aires (UBA) ha iniciado acciones judiciales para que se defina qué organismo debe auditar a las universidades públicas. La casa de estudios rechaza que la Sindicatura General de la Nación (Sigen) sea quien realice estas auditorías, argumentando que este organismo depende directamente del presidente y no tiene facultades legales para controlar los presupuestos universitarios.

En un comunicado oficial, la UBA expresó su desacuerdo con la intención de que la Sigen audite a las universidades públicas, señalando que este ente responde al Poder Ejecutivo Nacional, lo que podría poner en riesgo la autonomía universitaria. Según la universidad, la Sigen no tiene competencias para auditar instituciones que no dependan del Ejecutivo, como es el caso de las universidades nacionales, que gozan de autonomía constitucional.

“El control de las universidades no puede estar a cargo de un organismo que responde directamente al presidente, ya que no pertenecen al ámbito del Poder Ejecutivo”, subrayaron desde el Rectorado de la UBA. Además, la universidad recordó que ya es auditada por la Auditoría General de la Nación (AGN), que depende del Congreso, y que rinde cuentas tanto al Legislativo como al Ejecutivo mediante informes regulares.

La controversia surgió en medio de una creciente preocupación por parte de las universidades públicas de que la intervención de la Sigen no esté enfocada únicamente en cuestiones financieras, sino también en aspectos educativos. Desde la UBA advierten que este intento de control podría derivar en una injerencia sobre los contenidos curriculares y la gestión académica, lo que significaría un ataque a la educación pública gratuita.

«La UBA es auditada y quiere seguir siéndolo, pero a través de organismos que respeten la ley y la autonomía universitaria», aclararon. En este sentido, la universidad solicitó formalmente a la AGN que la incluya nuevamente en su plan de auditoría para 2025, como lo ha hecho en años anteriores. Además, anunció la convocatoria de auditores nacionales e internacionales para realizar una revisión independiente de su sistema de control interno, como medida adicional para garantizar la transparencia.

Actualmente, la UBA rinde cuentas a varios organismos, incluyendo la AGN, el Poder Legislativo y el propio Poder Ejecutivo, mediante balances semestrales y la publicación de sus informes financieros en su sitio web. El Rectorado criticó que la Sigen no publica información sobre las auditorías que realiza, lo que, según la universidad, no aporta transparencia adicional al sistema de control existente.

Desde la UBA señalaron que «el verdadero debate aquí no es la rendición de cuentas, sino una disputa ideológica sobre el futuro de la universidad pública». Según afirman, el objetivo final del Poder Ejecutivo sería controlar lo que se enseña y cómo se enseña, seleccionando a los docentes y alumnos que consideren «apropiados».